La Plaza Belén se ha convertido para bien y para mal en el símbolo de la decadencia y la “recuperación” del centro histórico de Jerez. Decadencia porque hasta poco antes del pasado verano no era más que un descampado y un boquete enorme lleno de jaramagos y ratas que en su día estuvo reservado para el malogrado proyecto de la Ciudad del Flamenco. Una vez que el Ayuntamiento asumió que este enclave no sería para este fin, llegó el compromiso de rescatar este espacio de 6.000 metros tras veinte años en estado ruinoso y devolverlo a la vía pública.
“Hay gente que quiere comprar casas aquí y les están poniendo pegas”Costó materializarlo. El anterior Gobierno municipal del PP se quedó en una intentona, aunque llegó a diseñar el proyecto actual para su plan de actuación 2014-2015. Sin embargo, al perder la Alcaldía, su predisposición se redujo a una declaración de intenciones que el Gobierno local del PSOE materializó el pasado mes de junio con un millón de euros. Llegó entonces la “recuperación”, pero siempre sólo de esta plaza, que ha brillado como nunca las pasadas navidades gracias a la bola gigante luminosa y la oferta de actividades infantiles y de zambombas diseñada a conciencia para su primer diciembre en la vida de los jerezanos y los visitantes después de mucho tiempo. Además, el Consistorio quiere seguir apostando por este punto y ya ha anunciado que seguirá teniendo protagonismo para albergar actos del Carnaval.
Pero, ¿qué pasa con el resto del casco antiguo ?¿Es esta la solución para salvarlo?En el seno de la Asociación de Vecinos Centro Histórico aplauden que la Plaza Belén vuelva a estar viva, pero tienen claro que el Ayuntamiento tiene que meter mano a un problema mucho más de fondo y que “por mucha obra que se haga” si no se hace un plan de repoblación a conciencia que devuelva la vida y se ponen unas bases, este entorno nunca va a remontar”, apunta el presidente del colectivo, Alejandro González. Por ello el próximo 21 de febrero volverán a manifestarse en la que es su tercera convocatoria en tres años tras verse obligados a posponerla en noviembre. Esta edición está enfocada a la repoblación y para calentar motores, unos días antes, el 16 de febrero al mediodía, han organizado una edición especial de la ‘Ruta de la Barbarie’ que será monográfica de la Plaza Belén, para hacer ver a los asistentes, que las cosas siguen sin cambiar alrededor de esta plaza, pese a que ahora luzca completamente reurbanizada. “Plaza Belén: de la bola a la realidad”, es el título de esta iniciativa, que correrá a cargo de la la historiadora Esperanza de los Ríos, la guía de esta ruta. “Queremos que la gente vea que lo de echarse a la calle no es un caprichito; que las casas alrededor de la Plaza Belén están caídas, cerradas, en manos de especuladores; sabemos de gente que ha querido comprar casas en San Mateo y no ha podido porque siempre había un pero…¿tenemos que dejar que se caigan las casas y que no se pueda venir a vivir la gente?”, critica la conocida historiadora.
El punto de partida será el auditorio de la Plaza Belén para desde ahí recorrer todo el entorno y su perímetro, sin pasar por alto la parcela 143 que rodearán, la cual “sigue estando en ruinas” aunque con la reordenación de la plaza le hayan hecho un lavado de cara “adecentándola”. De los Ríos no se explica que estos terrenos sigan así, aún siendo una de las zonas más antiguas de Jerez y en la que se llegaron a encontrar restos de cerámica andalusí. La ruta incluirá las casas de enfrente a la plaza, puesto que “están todas vacías, y ahí está la casa en la que en el siglo XIX estuvo la Comisaría de Policía”, añade, otras parcelas ruinosas propiedad del Ayuntamiento de la zona, la plaza del Barranco donde está el edificio apuntalado –también municipal y donde se dijo en su día que se construirían pisos- plaza de San Lucas, calle Jesús de las Tres Caídas para bajar por Luis de Isasi y El Barranco.
La idea es que cualquier jerezano vea in situ el estado del centro histórico. Entiende que no es de recibo que el Ayuntamiento apruebe la licencia para construir 200 viviendas en San José Obrero y al Jerez Intramuros siga sin llegar un plan a fondo y a conciencia de repoblación. “La recuperación de un casco histórico de Jerez tan degradado ni puede pasar por hacer un museo o una plaza, ni por construir apartamentos turísticos. Hay mucha gente que aspira a volver a vivir en el centro y no puede. Y tampoco podemos convertir el centro histórico en un gueto. Hay que poner unas bases y hacer cumplir la ley”, sentencia.
