El impacto económico de la actividad turística en Málaga ha sido de 3.289.278.533 euros, desde el 1 de noviembre de 2017 al 31 de octubre de 2018, superando por primera vez los 3.000 millones. Lo que supone un incremento del 15,72 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior, según los datos del Observatorio Turístico de la ciudad. En concreto, el impacto directo es de 2.207.569.485 euros y el indirecto asciende a 1.081.709.048 euros.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre,ha presentado hoy los resultados extraídos en el seno de la última reunión técnica del año del Foro de Turismo. Junto al regidor se encontraba la concejala de Turismo y Promoción de la ciudad, María del Mar Martín Rojo.
Durante estos once meses la capital ha acogido a un montante de 4.429.170 visitantes, un 12,02 por ciento más que en mismo periodo anterior, de los cuales 2.978.617 fueron turistas y 1.450.553 excursionistas, es decir que estuvieron un día en la ciudad.
En cuanto al presupuesto para conocer Málaga, el gasto medio de bolsillo del excursionista es en 70,76 euros, mientras que el presupuesto de viaje del turista sube hasta los 706,68 euros, con una estancia media de 6,44 noches. El principal motivo de viaje es el ocio y vacaciones (81,24 por ciento), atraídos, tanto los turistas como excursionistas por la oferta museística, cultural y gastronómica.
La mayoría de los turistas que llegan a la ciudad proceden del mercado nacional, el 41,22 por ciento, siendo Andalucía y Madrid las principales comunidades de origen dentro del mercado doméstico. Respecto al internacional, Reino Unido con un 10,21 por ciento es el mayor mercado, seguido por Alemania con el 9,59 por ciento y Francia con el 8,09 por ciento.
Si hablamos de los excursionistas, el dato aumenta a un 73,03 por ciento de españoles que visitan Málaga, donde los andaluces son un 65,96 por ciento del total. Entre los internacionales, el colectivo mayoritario viaja desde Reino Unido, Alemania, Portugal y Francia. El 42,86 por ciento de ellos han decidido visitar la ciudad más de diez veces.
La visión del alcalde
El número de alojamientos turísticos en la ciudad es de 348, con 16.692 plazas, donde se incluyen hoteles, hostales, pensiones y apartamentos turísticos. A los que hay que sumar las 21.206 plazas de viviendas con fines turísticas incluidas en el Registro de Turismo de la Junta de Andalucía y alrededor de 5.000 que están de manera alegal, ha detallado Martín Rojo.
El regidor ha recordado que el turismo “es un gran sector” de la capital y que los datos desgranados del observatorio eran “absolutamente impensables hace unos años”, ha indicado. Además, ha destacado que “los hoteles siguen manteniendo una ocupación muy buena, a pesar de que las viviendas turísticas están cogiendo un peso muy importantísimo dentro de la vida turística de la ciudad”. Por lo que ha apuntado que hay que “estar en el camino de la calidad y de la capacidad de gasto”, hablando de aumentar el presupuesto que los visitantes invierten en conocer Málaga, y apostando por “una mayor diversificación y dar nuevas centralidades turísticas”.
“Son unos datos brillantísimos”, ha recalcado, a pesar de “una cierta ralentización del turismo en España, con motivo de la recuperación de los mercados competitivos del Mediterráneo, el turismo en Málaga sigue creciendo con números muy impactantes”, ha dicho mostrándose satisfecho.
Sobre el futuro, De la Torre ha declarado que la ciudad seguirá creciendo de manera "moderada". En este punto, cuestionado por qué tendría que mejorar la capital, el regidor ha resaltado el trabajo del Ayuntamiento por crear “nuevas centralidades” en otros puntos de la capital y no tanto en el centro histórico. “Me hubiera gustado que la Trinidad tuviera ya el Museo Arqueológico instalado”, ha apostillado.
El presidente de los empresarios andaluces y malagueños (CEA y CEM), Javier González de Lara, ha coincidido con de la Torre, por su parte, en que las cifras del Observatorio Turístico son “de satisfacción pero no de autocomplacencia” y ha instado a seguir trabajando y pensando “la mejor manera de construir la ciudad juntos, sin olvidar la transversalidad” ya que al empresario le importa “la seguridad, la limpieza o el urbanismo” de la ciudad.
