La Dirección General del Patrimonio del Estado ha notificado a varios inquilinos del Patio de Banderas de Sevilla que deberán abandonar sus inmuebles debido a las obras que dicho organismo quiere acometer en los mismos, básicamente de rehabilitación pero en parte también con fines de investigación, a la vuelta del verano.
En concreto, según ha podido saber Viva Sevilla, el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda ha avisado a los afectados que tienen hasta el próximo mes de septiembre para abandonar sus casas y realojarse en otro lugar durante el tiempo que duren los trabajos que ejecutarán los técnicos.
En ese sentido, desde Patrimonio del Estado, a quien pertenecen las casas que componen el Patio de Banderas junto al Alcázar, ha ofrecido a los inquilinos la posibilidad de mudarse a otro inmueble de su pertenencia, la casa ubicada en la calle Miguel de Mañara 1, muy próxima al Patio, y que limita pared con pared con la muralla del Real Alcázar, durante el tiempo que deban permanecer fuera de sus actuales viviendas.
Miguel de Mañara
Viva Sevilla ha podido conocer el “malestar” y el “desacuerdo” con el que algunos de los afectados recibieron semanas atrás la notificación de desalojo. Alguno de ellos, incluso, ha puesto el caso en manos de abogados y han acudido a los tribunales, al no estar conforme con una decisión que afectará a las casas que llevan ocupando durante décadas.
No obstante, este periódico ha podido comprobar que, en efecto, el estado que presentan algunos inmuebles hace necesarias, con urgencia, las labores de rehabilitación que hará Patrimonio: techos semiderruidos, bóvedas huecas o muros con deficiencias en su fijación son algunos de los problemas ante los que ahora Patrimonio ha considerado urgente actuar.
La titularidad de la cartera de casas del Patio de Banderas, así como de calles también adyacentes al complejo del Alcázar, corresponde a Patrimonio del Estado, ya que las mismas no fueron incluidas en la donación del Alcázar a Sevilla durante la II República.
Desde entonces, las casas han tenido muchos e ilustres inquilinos que se han beneficiado de su localización privilegiada y de unos alquileres casi simbólicos, que no llegan a los 100 euros anuales.
“Comprar la casa del palacio de Al-Mutamid es prioritario”
La incorporación de las casas del Patio de Banderas al complejo del Alcázar es una vieja aspiración del Ayuntamiento aún pendiente de resolver con Patrimonio.
La paralización de las subastas y la petición para que sean cedidas al Ayuntamiento e incorporadas al conjunto monumental han sido objeto de varias mociones plenarias aprobadas y trasladadas al Ministerio de Hacienda. Tras fracasar las últimas subastas hace dos años, no ha vuelto a anunciarse ninguna. Con ello, el Ayuntamiento mantiene como hasta ahora la petición de cesión. “Las negociaciones para algún tipo de acuerdo siguen abiertas”, confirman a Viva Sevilla fuentes municipales.
Pese a que se barajaban dos alternativas para seducir a Patrimonio, bien permuta por otros suelos o compraventa directa, será ésta última la fórmula con la que el Ayuntamiento tratará de hacerse, en primer lugar, con la casa número 8 del Patio, donde acaban de descubrirse los restos del palacio de Al-Mutamid. “Es ahora mismo nuestra prioridad. Esa casa no se puede perder”, dicen las fuentes.
La última referencia de una operación con algún paralelismo fue la compra de la Casa Fabiola, también en Santa Cruz, para acoger el futuro museo Bellver. Costó más de cuatro millones. Expertos cifran en una cantidad similar, e incluso algo mayor, la necesaria para adquirir esta casa.