El equipo de gobierno del PP ha elaborado un borrador de presupuestos para este año por un importe global de 158 millones de euros (un 14% menos que el ejercicio anterior), que sigue rebajando el déficit y que se acerca al equilibrio financiero, algo difícil de sostener hace unos años. El borrador presupuestario, que llegará ahora a los grupos políticos y al movimiento vecinal, contempla la disolución de la Gerencia de Urbanismo y del patronato de la Escuela Taller, mientras que se intenta minimizar el ‘agujero’ presupuestario reduciendo en 30 millones los ingresos por concesiones administrativas. Eso sí, se mantienen los ingresos ficticios por la licitación de otros cinco aparcamientos públicos, ya contemplados otros años y no ejecutados.
El concejal de Hacienda, Manuel Bonilla, destacó el trabajo para ir reduciendo progresivamente el déficit estructural del Ayuntamiento, que rondaba los 60 millones anuales y que ya en 2016 alcanzó los 19 millones. “Estamos trabajando en una buena línea y a este paso podríamos alcanzar el equilibrio financiero en 2020, dos años antes de lo previsto en el plan de ajuste”, indicó Bonilla. Con todo, esos buenos indicadores dejan al margen la losa del elevado endeudamiento arrastrado por el Consistorio, que la oposición sitúa en el entorno de los 600 millones. “Si no se quita el déficit difícilmente se puede pagar”, recalcó ayer Bonilla tras insistir en que el Ayuntamiento no tiene capacidad para saldarla por sí mismo la deuda y necesita ayuda de otras Administraciones.
El gobierno local prevé dentro de estos presupuestos unas inversiones de 6,7 millones de euros (frente a los 4,6 contemplados en 2017), y de esa cantidad ya se dispone de un millón de euros que se habilitó vía modificación presupuestaria y con destino al plan municipal de mantenimiento de calles. El resto de las inversiones asignadas son 1,6 millones para el pago de sentencias judiciales, 1,1 millones para la anualidad del programa comunitario DUSI (aún pendiente de aprobación por el Gobierno de la nación) y otros 2,2 millones que el Ayuntamiento recoge como anualidad para optar al Proyecto de Compra Pública Innovadora, Tranergía, cuya finalidad es la de generar energías renovables para su aprovechamiento en edificios municipales y también en el sistema tranviario. De este modo, el equipo de gobierno mantiene su apuesta por el tranvía en los presupuestos de 2018. Lo hace con una partida de 1,4 millones (frente a los 2,2 millones del año pasado) que darían tanto para hacer frente a las facturas para el pago de los vagones como para asumir los compromisos alcanzados con la Junta de Andalucía y con la Diputación para la explotación del déficit tranviario (el Consistorio debe asumir el 40%). “La idea es que el sistema tranviario esté funcionando a finales de año”, enfatizó el alcalde jienense, Javier Márquez, tras valorar las “buenas relaciones” con Junta y Diputación, con quienes se mantienen reuniones periódicas y discretas. Los presupuestos, que reducen los gastos de personal en 2,8 millones de euros, contemplan también partidas para la reparación de vías públicas (3,5 millones), mantenimiento de zonas infantiles (250.000 euros), colegios públicos (550.000), modernización electrónica (750.000 euros) y también para afrontar los compromisos de la peatonalización del centro.
Alcalde
“Aunque la situación del Ayuntamiento sigue siendo complicada, poco a poco vamos saneando las cuentas y reduciendo la deuda municipal, así como prestando los servicios públicos a los jienenses”, destacó ayer el alcalde, Javier Márquez, para quien es preciso “saber de dónde venimos para ir viendo cómo vamos”. El regidor jienense resaltó que esa mejoría ha permitido afrontar una serie de obras “que hasta hace apenas seis meses eran impensables”. Y puso como ejemplo el plan de asfaltado de 35 vías de la ciudad.