De pensar en dejar la música a grabar su primer disco, tras 21 años de carrera musical, con un estilo diferente que le ha proporcionado el aire fresco que necesitaba para seguir cantando. Le dicen los ‘ojos de la copla’ y ahora hay que llamarla por su nombre propio, porque aunque no olvida sus raíces, ha hecho del pop su nuevo estilo, el que ahora la hace sentir la música.
Sandra Arco (Jaén, 1986) sacará el próximo 30 de junio su disco ‘Sentir’, que estará disponible en todo el territorio nacional y en el que suenan versiones de temas que han marcado su vida. De las 11 canciones, tres han sido escritas para ella. “Nunca he tenido ilusión por hacer un disco. Cantaba copla y la gente lo sabía, pero necesitaba un cambio y el pop me ha ofrecido aire fresco”, dice. Y es que se dio cuenta de que tenía que renovarse o se la encasillaría “con la peina y la cola del traje de flamenca”. Este domingo ha actuado en el Teatro Infanta Leonor. Ha sido la cuarta vez que ha pisado sus tablas para encontrarse con su público. “Antes de sacar este disco pensé en dejar de cantar, pero me animaron a intentarlo y estoy feliz”, afirma.
Es una de las voces más reconocidas de la capital, joven en edad, pero veterana en la música, que con 8 años demostró su arte en un karaoke interpretando ‘Hola mi amor’, de Junco; y que a los 10 años ganó su primer sueldo actuando en el Teatro Góngora, de Córdoba. “Aún recuerdo lo que me pagaron”, asegura.
El año que nació se estrenó la comedia musical española ‘Mamá, quiero ser artista’ y Sandra Arco reconoce que tomó prestada esta expresión tan popular para decirle a los suyos que había nacido para cantar. “Desde muy pequeña me tomaba muy en serio el cante. Crecí queriendo ser artista y siempre tuve claro que naces y te haces, por lo que no dudé en formarme para hacer de la música mi vida”, reconoce. En el Conservatorio estuvo dos años cantando ópera y formándose en solfeo. “He aprendido que la voz es el único instrumento irremplazable”, afirma.
No era la única que cantaba en casa, donde siempre se escuchaba copla. De ahí que sus veinte años de carrera los haya dedicado a este género, con el que ha pisado tantos escenarios como trajes de cola ha lucido. “La copla me ha permitido cumplir mi sueño”, reconoce.
Su paso por ‘Se llama copla’ le dio la popularidad y proyección nacional a la que aspiraba. Giras y conciertos con música en directo, como anhelaba, además del reconocimiento del público. Sin embargo, en comparación con el respaldo de otros compañeros del popular programa televisivo, Sandra Arco lamenta que en Jaén parece que “lo propio no se apoya”. Recuerda la promoción que hizo de su ciudad y la falta de reconocimiento que encontró en las administraciones, que no le hicieron ningún guiño. “No me ha hecho falta, pero da la sensación de que en Jaén somos malos con nosotros mismos”, valora.
Luego llegó ‘La Voz’, donde se ganó a los cuatro ‘coaches’ con la interpretación que hizo de ‘Se nos rompió el amor’. Otra etapa inolvidable. “Poco a poco he ido escalando. Nunca me ha faltado trabajo. Estoy muy agradecida”, afirma.
Mujer todoterreno y exigente, ahora emprende un nuevo camino, tras ocho años lejos de las cámaras de televisión. “Hago un pop coplero aflamencado, elegante y sin excesos, con el que me siento muy cómoda. Quiero llegar a más público, especialmente jóvenes”, dice.
‘Todo es de color’, de Triana, fue una de las versiones que más trabajo le costó y sin embargo, lo ha elegido como primer single. El nombre del disco, ‘Sentir’, es por el tema de Luz Casal, que ella interpreta por bulería. “Quien ha escuchado el disco no reconoce algunos temas por la versión que he hecho, por el tipo de arreglo, que es más moderno y actual”, termina Sandra Arco, una mujer que se sube al escenario a disfrutar, que es consciente de que engancha y que se mete al público en el bolsillo con sólo hablar.
