La dirección operativa de Maersk Line, ha alertado de las repercusiones que la huelga de la estiba puede tener en el Puerto de Algeciras y ha anunciado medidas que afectan a la productividad del mismo.
En un comunicado, la empresa ha expresado su preocupación ante el anuncio del mantenimiento de la convocatoria de huelga en la estiba y las “gravísimas consecuencias sociales e industriales que esta decisión va a ocasionar” en el Puerto Bahía de Algeciras.
La actual situación de conflicto está obligando a Maersk Line a tomar decisiones que “en caso de no haber conflicto y sí dialogo y negociación, no serían necesarias de acometer”.
En su caso, el desvío de varios de los portacontenedores más grandes del mundo, los Triple-E, o la transferencia permanente de tres servicios a otros puertos puede suponer una merma de entre 500.000 y 700.000 movimientos de los 2,5 millones previstos en Algeciras en 2017.
Es por ello que, en el caso de Maersk Line, no se pueden “permitir el lujo de mantener ni un día más las presiones en nuestro puerto”, y consideran “absolutamente imperativo y necesario encontrar una solución válida para todos”.
Por ello reclama de todos los agentes sociales implicados, sindicatos, Ministerio de Fomento y Anesco, la “altura de miras necesaria” para potenciar un proceso de negociación, “desconvocando durante todo el proceso de negociaciones cualquier medida de presión”.
Insta a alcanzar acuerdos que permitan “dotarnos a todos” de un marco laboral en el que la estabilidad en el empleo, el mantenimientos de las condiciones salariales y la mejora de la competitividad y organización de las terminales garanticen seguir siendo el puerto líder en el trasbordo de contenedores.
Maersk Line cree necesario seguir insistiendo en que el Puerto Bahía de Algeciras es “sumamente débil” al ser un puerto de transbordo.
A diferencia de otros puertos en los que su actividad tiene garantizado el fututo aun después del actual conflicto, al ser de importación y exportación, en el caso del Puerto de Algeciras, una vez que un tráfico se marche huyendo del conflicto y la inestabilidad, esa carga no regresará a nuestros muelles, dejando un exceso de capacidad laboral que “puede llegar a ser imposible de gestionar”.
La apuesta de Maersk Line es “seguir garantizando el empleo al sector”, así como sus condiciones salariales, ya que sus previsiones son de “un futuro brillante” para Algeciras.
Sin embargo, indican, la desconfianza que genera la amenaza de huelga está afectando a los volúmenes del puerto, que ya ha perdido el 20 por ciento de su actividad sólo por desconfianza de los clientes.
“Algeciras no puede poner en riesgo su futuro”, sostienen, al tiempo que recalcan la necesidad de “devolver a nuestros clientes la confianza ahora pérdida”.
“La pervivencia futura de nuestras terminales está íntimamente ligada a la recuperación inmediata de la credibilidad en nuestros servicios”, apunta la empresa.
Maersk Line está “convencida” de que el puerto de Algeciras está llamado a mantener un papel “muy competitivo” en el tráfico internacional de contenedores, fruto de las previsiones de crecimiento de la naviera y de la aplicación de eficiencias operativas en los equipos de trabajo.
“Ahora está en las manos de todos decidir si queremos construir el futuro. Mañana puede ser tarde”, concluyen.