Atres sesiones del primer corte, la noche de ayer en el Falla transcurrió con sensaciones encontradas. No empezó nada mal, sin duda, con el coro de Valdés que hizo las delicias del público con una actuación alegre y con un humor que desbordó durante todo su repertorio.
Unos niños de San Ildefonso con un sentido del humor destacado por todo cuanto ofrecieron sobre las tablas, que desplegaron una versión más desenfada del tango gaditano. Ni sonó mal ni dejó a nadie indiferente por cómo lo interpretaron.
La suerte estuvo de su parte para llevarse la primera ovación de la noche y calentar el ambiente de la sesión.
Aunque fortuna la que encontraron con la comparsa de Chiclana ‘Los prodigiosos’, que reafirmaron su pase a cuartos del año pasado. No fue flor de un día, que coronó y mejoró su grupo con la incorporación de Agustín el Zoleta. Su melodía, sus buenas voces y su acierto, fue todo uno. Gran pase. Apunta.
La sesión se cerró con una boda en toda regla con la chirigota viñera que le puso el toque más descarado y desenfadado. Unas listas que se autoinvitaron a la fiesta que pusieron el colofón a un fin de fiesta y a una barra libre de coplas y de golpes de 3x4 clásico y añejo como pocas.
