El nadador español David Meca cruzará el Estrecho de Gibraltar el próximo 2 de enero, en busca de batir el récord que él mismo ostenta desde 1999, después de una década sin competir tras su retirada de la competición en 2006. El de Sabadell se lanzará al agua el próximo 2 de enero a la 8:00 de la mañana desde el Puerto de Tarifa e intentará batir su propio récord de 2 horas y 29 minutos logrado en 1999 y que ningún otro nadador ha conseguido rebajar, e intentará llegar a Punta Cires o lo más cercano por ser el punto más cercano de África.
“Me hace mucha ilusión este reto después de una década sin competir. Me retiré de la competición en 2006 después de conseguir mi ultima medalla mundial. He seguido nadando y entrenando cada día a un ritmo tremendo, mañana y tarde, y de alguna manera me encontraba físicamente preparado para volver a lanzarme al agua y demostrar que a pesar de que seguimos cumpliendo años, estamos todavía en muy buen estado de forma”, dijo Meca este martes durante la presentación del reto.
“De alguna manera también queremos demostrar que no hay crisis a los 40. A pesar de haber cumplido 42 años me siento todavía en muy buen estado de forma y creo que podemos demostrar que en la vida nunca se está mayor. Si hay ilusión, se trabaja y nos esforzamos, se pueden llegar a conseguir cosas muy grandes como por ejemplo atravesar el Estrecho de Gibraltar y unir Europa con África”, añadió.
David Meca lleva preparando este reto “casi un año”, cuando se dio “cuenta” de que estaba en “buen estado de forma” y que podía lanzarse al agua y cruzar una vez más el Estrecho. “A día de hoy tengo el récord de un cruce al Estrecho de Gibraltar, del doble cruce y soy la única persona que ha conseguido realizar el triple cruce. Hacemos el de uno porque quizá es el récord más antiguo”, desgranó.
El nadador ha elegido el 2 de enero porque "casi todos" los retos que ha hecho en su carrera deportiva han tenido lugar en invierno. “En verano teníamos Campeonatos de Europa y Campeonatos del Mundo y lo que no podíamos permitirnos es que un reto nos llegara a lesionar y nos perjudicara”, explicó.
“Nos vamos a lanzar al agua antes de los primeros rayos de sol, saldrán a las 8.20 de la mañana y yo me lanzaré al agua a las 8.00. Es muy importante no retrasar la salida debido a las altas corrientes que hay en el Estrecho, que en la época de invierno son más intensas y difíciles. Las condiciones van a ser durísimas porque en enero no son las mejores fechas, pero para eso están los retos y este va a ser bonito”, apuntó.
Según el nadador de Sabadell, la media de temperatura del agua podría estar entre 14 y 15ºC. La Federación Internacional prohíbe que se pueda nadar en cualquier agua que esté por debajo de los 18ºC sin traje de neopreno. “En verano yo creo que puede llegar a estar a 23-24ºC y hay meses de mucha calma desde julio hasta septiembre, pero estas fechas yo creo que lo hacen más emotivo y más bonito. Frío va hacer y hay que bracear y patalear mucho y rápido”, reconoció.
Durante la travesía, Meca “solamente” va a tomar bebida isotónica. “Si queremos hacer una muy buena marca no podemos estar parando. Previo al reto tenemos que alimentarnos muy bien y tomar carbohidratos los días previos y durante el reto parar 15 ó 20 minutos como mucho. Con un palo me irán pasando los vasos de bebida isotónica que lleva las sales minerales y la glucosa, que es lo único que voy a digerir durante la travesía”, detalló.
“Mientras estás en el agua lo coges y vas haciendo dos, tres brazadas sin respirar y lo vas ingiriendo. Es una técnica muy rápida para no perder tiempo y sobre todo porque si te paras coges frío y luego ya no puedes moverte el resto de la travesía”, explicó.
Al nadador le acompañará un barco guía de la Asociación el Cruce del Estrecho, velando por su seguridad y contemplan la marca récord en caso de conseguirlo, una zodiac de la Cruz Roja dónde irá su entrenador y un médico y dos o tres barcos para medios de comunicación. Además, Meca no llevará ninguna protección añadida porque es “muy complejo” y “molesto”, sino que más bien “no es fácil” y “sí costoso”, ya que una jaula o una red tienen que ser arrastrados a la misma velocidad a la que va el nadador.