Los controladores aéreos del aeropuerto de Barajas que estaban de servicio el pasado 20 de agosto cuando se produjo el accidente del avión de Spanair que costó la vida a 154 personas, confirmaron ayer que el comandante de la aeronave les comunicó que estaba todo preparado para comenzar el despegue.
Así lo manifestaron los seis controladores que testificaron ayer ante el titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, Javier Pérez, que investiga el siniestro del MD-82 en el que también resultaron heridas 18 personas.
El vuelo con destino a Gran Canaria tenía la salida programada a las 13.00 horas y a las 13.10 el avión inició el rodaje desde la pasarela en la que estaba ubicado hacia la cabecera de despegue de la pista 36 izquierda, pero a las 13.25 horas el piloto detectó la avería en el sensor de temperatura (RAT) y regresó a la plataforma.
Los mecánicos –imputados por un delito de homicidio imprudente– revisaron el aparato y desactivaron el fusible del RAT porque no afectaba a la configuración del vuelo y a su seguridad.
La torre de control autorizó el nuevo despegue desde la misma pista (la 36 izquierda) a las 14.23 horas después de que el comandante comunicara a los controladores que no había ningún problema. Dos minutos más tarde se producía el trágico accidente.
De los seis testigos, según han indicado fuentes jurídicas, sólo uno de ellos ha manifestado que vio el inicio de la carrera del avión cuando se disponía a despegar.
Los seis controladores aéreos aseguraron ayer que no depende de ellos la activación del plan de emergencias y recalcaron que la torre avisó al Centro de Gestión Aeroportuario un minuto después de producirse el siniestro, según las fuentes consultadas.