La emoción y la devoción se dieron cita este jueves por las calles del centro histórico de Málaga donde miles de vecinos acompañaron un año más a la patrona de la ciudad, la Virgen de la Victoria, en una de las jornadas más esperadas del año. La festividad cobra este año un carácter aún más especial, dada la cercanía del inicio de los actos de celebración del 150 aniversario del nombramiento de la imagen como patrona de Málaga, acaecido el 12 de diciembre de 1867.
La salida, desde el Patio de los Naranjos, precedida por una esperada petalada, sigue siendo uno de los puntos más concurridos por los malagueños para no perder detalle de la imagen enfilando la calle San Agustín al grito de ¡guapa! Oraciones, súplicas y ofrendas en una Málaga volcada en las calles, donde la imagen más repetida eran los móviles para inmortalizar la cara de la Virgen, con el Niño Jesús en sus brazos, una obra del escultor Adrian Risueño Gallardo, realizado ex profeso en 1943 para la Coronación Canónica de Santa María de la Victoria, sustituyendo a uno anterior del siglo XIX. Precisamente, en 2018 se cumplirá el 75 aniversario de la Coronación de la Virgen de la Victoria, que tuvo lugar en el Paseo del Parque el 8 de febrero de 1943.
La vinculación de Santa María de la Victoria con la ciudad data de agosto de 1487, con la caída de Málaga a manos de los Reyes Católicos tras un cerco que duró tres días. Según la tradición, la imagen le fue entregada al rey aragonés por el emperador Maximiliano I. Una jornada festiva en la que no faltaron las tradicionales ofrendas de flores a manos de las autoridades municipales o la Asociación Pro Tradiciones Malagueñas “La Coracha” y la Solemne Eucaristía Estacional oficiada por el obispo de Málaga, Jesús Catalá.