Hay cierta sensación de deja vu en el ambiente por el hecho de reeditar una campaña electoral con tan poco espacio de tiempo, pero sí han cambiado algunas cosas, y una de ellas le atañe personalmente. Ya nadie puede pedirle la dimisión. ¿Cómo afronta pues este momento en contraposición con el de hace seis meses?
—Con mucha tranquilidad, porque el último año ha sido muy duro a causa de los constantes ataques impresentables por parte del PSOE y del resto de partidos que no respetan la presunción de inocencia. No tienen escrúpulos ninguno, y ya no es que quieran la destrucción política del adversario sino que buscan la destrucción personal, y en política como en la vida no hay que desearle nada malo a nadie, y al final el tiempo ha demostrado que soy una persona honesta. Pero lo que de verdad ha cambiado del escenario con respecto al mes de diciembre es que, más que se haya visto que soy una persona honesta, leal y trabajadora con esta ciudad y con esta provincia, es que hay otros que se han retratado, porque en estos cinco meses se ha visto cómo por ejemplo el único objetivo de Ciudadanos era hacer presidente a Pedro Sánchez, igual que se ve claramente que PSOE y Podemos han renunciado a ganar las elecciones y se han limitado a ver quién queda segundo o tercero, con lo cual se parte de la victoria del PP y de no respetar la voluntad mayoritaria de los ciudadanos.
¿Cómo ha sido la breve experiencia como diputada?
—Muy bonita, y me ha sorprendido porque hay una gran diferencia entre el Senado y el Congreso. El trabajo es igual de intenso en ambos casos, pero sí es verdad que en el congreso es donde están los líderes políticos, donde está el presidente y el debate es mucho más intenso. Por otro lado, es un honor y una gran responsabilidad al representar a esta ciudad y a la provincia, y lo volverá a ser.
El escenario, aunque parezca idéntico, es diferente. Comparece la coalición Unidos Podemos, ¿qué influencia cree que puede tener en el ámbito de la provincia con la referencia de alcaldes como el de Cádiz o el de Medina?
—Yo creo que ha pasado el tiempo y los ciudadanos conocen ya cómo están gobernando. E igual que ya se conoce cómo gobierna Podemos un ayuntamiento como el de Cádiz, se sabe cómo gobierna el PSOE en Jerez. Y eso les va a pasar factura, porque Jerez, por ejemplo, era una ciudad que ya estaba en calma, con su ayuntamiento ordenado, con proyectos en marcha; es verdad que no estaba todo solucionado, no voy a engañar a nadie, pero es verdad que teníamos un proyecto de ciudad en marcha y cuentas ordenadas, y ahora parece que volvemos hacia atrás. El ciudadano ya ha podido ver que los pactos de perdedores no son bueno para las ciudades, y eso les va a pasar factura, porque hay mucho descontento.
En Jerez tienen además el reto de volver a ser la fuerza más votada, ¿en qué medida puede influir la gestión municipal?
—Es verdad que en Jerez siempre ganamos cuando el PP tiene mayoría absoluta, y ésta era la primera vez en hacerlo sin la mayoría absoluta nacional. Fue un auténtico éxito y fue una llamada de atención hacia el PSOE en Jerez. Estamos en la calle, en contacto con los ciudadanos, escuchamos lo bueno y lo malo, el apoyo que te dan, la preocupación que tienen, aunque más allá del resultado del 26 de junio, lo que les preocupa es lo que pueda pasar el 27 de junio si no se respeta la victoria del PP y vayamos a un pacto de perdedores. Es muy duro, igual que pasó aquí en Jerez en las municipales, encontrarte con un gobierno que no es el que logró el voto mayoritario y que encima no lo haga bien, que es lo que está ocurriendo aquí en Jerez. Aquí no se la juega el PP, ni Rajoy ni yo, aquí se la juega España, y con algo tan simple como que estamos creando empleo, no al ritmo que esperan los españoles, pero hemos comprometido dos millones de empleo hasta 2020, y cien mil de ellos en la provincia.
¿Por qué ven a Ciudadanos como su principal adversario cuando en realidad todos lo ven como su aliado natural?
—Han intentado trasladar que son casi como una marca blanca del PP, pero cada vez que tiene una oportunidad de gobernar lo hace con el PSOE. Lo ha hecho en ciudades como Sanlúcar, en Andalucía y lo ha querido hacer con Pedro Sánchez. Y lo curioso es que con lo exigentes que son a la hora de hablar de corrupción, al PSOE se lo perdonan todo en Andalucía. El candidato del PSOE es Albert Rivera, y las personas que han sido votantes del PP, que son personas de centro y moderadas, que tengan en cuenta que votando a Ciudadanos, votan indirectamente por el PSOE.
¿Qué meritos ha hecho el Gobierno del PP en los últimos cuatro años para que el electorado deba renovarles su apoyo?
—Lo más importante es recordar en qué situación nos encontramos el gobierno de España y en qué situación estamos ahora. Porque hace cuatro años España estaba al borde del rescate. Si España hubiera sido rescatada, como pedían los partidos de izquierdas, hoy estaríamos como Grecia. Creo que evitar el rescate ha sido un gran éxito de Rajoy y salir adelante sin que las pensiones se tocaran o sin hacer despidos masivos. Por otro lado, en los últimos dos años ya se ha creado empleo. Actualmente sigue existiendo paro y sigue habiendo muchas familias que lo están pasando mal, pero lo cierto es que en el último año un millón de personas ha encontrado trabajo, y lo que prometemos es que en los próximos cuatro años se seguirá creando empleo al mismo ritmo y por eso nos comprometemos a crear otros dos millones de empleos, cien mil en la provincia.
Esta semana se han conocido los datos de los autónomos de Jerez, que han batido de nuevo su registro histórico, ¿qué medidas plantean en favor de la pyme?
—Pusimos en marcha la tasa plana durante el primer año, y se va a prorrogar. Para nosotros los autónomos son el centro a la hora de hablar de creación de empleo. Hay que crear las condiciones para que se creen puestos de trabajo, y lo cierto es que hoy día convertirse en autónomo es una estupenda salida para una persona en desempleo con inquietud de labrarse un futuro. Por eso mismo, hay que respaldar a los autónomos porque crean empleo estable y además muy fijados a la población. Las grandes multinacionales, y lo hemos vivido en Jerez, por ejemplo, con la fábrica de botellas, al final se deslocalizan y se van, pero el que tiene su negocio o tiene su empresa en cualquier barrio de Jerez o de otra ciudad, al final son personas que siempre están ahí creando riqueza.
Les han criticado su compromiso con una nueva bajada de impuestos…
—Estoy convencida de que si se ha comprometido es porque es posible. Al principio de la legislatura hubo que subir los impuestos porque la situación de España era de quiebra, y preferimos subir los impuestos antes de ir al rescate, pero lo cierto es que después ya ha habido bajada de impuestos. Y hay que bajarlos más, porque el ciudadano tiene que tener el dinero en el bolsillo porque consume, gasta o invierte y eso al final genera movimiento económico. Pero además hay otra medida que me parece muy importante, que es hacer posible que las personas que estén en paro y lo encuentren, durante su primer año de contrato no tengan que pagar el IRPF, porque entendemos que es una manera de ayudarles a salir adelante. El objetivo siempre será facilitarle la vida al ciudadano.
El sector primario tiene una enorme relevancia en la provincia, pero el gran motor es el turismo, ¿cómo se puede contribuir a la necesaria diversificación económica que tantos agentes sociales reivindican?
—La verdad es que partimos con la ventaja de que estamos en una provincia muy variada. Tenemos una industria turística muy fuerte, pero hay otros sectores importantísimos, como el de la agroindustria, que permiten ver las posibilidades de esa diversificación. Pero también se está apreciando que en época de crisis hay mucha gente joven que quiere volver al campo, y hay ayudas muy importantes procedentes de Europa para facilitar el regreso del joven al mundo agrícola. Pues la Junta, que gestiona esos fondos, por cada 500 jóvenes que solicitan esa ayuda, sólo la recibe uno, mientras que en otras comunidades, como por ejemplo en Asturias, la recibe uno de cada 16 que la solicitan. Hay pues muy poco apoyo al campo por parte de la Junta de Andalucía.