Pedro Sánchez cumplió ayer en Andalucía uno de los maratones que el camino hacia el 26J le tenía reservado. Asumido que la comunidad con sus 61 escaños en juego dirimirá de nuevo una de las principales batallas en el camino hacia la Moncloa, el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno estrenó el día en Huelva, vio atardecer en Jerez y por la noche pasó por lo estudios de Acentuo Andaluz, el programa de Ondaluz TV.
Durante la entrevista, Sánchez apostó de nuevo por Andalucía como “la punta de lanza que debe servir para cambiar el Gobierno de España”. No en vano la región aportó el pasado 20D hasta 22 de los 90 escaños que le convirtieron en la segunda fuerza más votada y a su juicio volverá a hacerlo para acabar con su condición de “región maltratada por el Gobierno en funciones con un plan de empleo que nunca llega, sin infraestructuras imprescindibles para su desarrollo o con la tristeza de un sector primario maltratado por no haber sabido defender sus intereses ante Bruselas”.
“Yo no aspiro a ser tercera ni cuarta fuerza política, aspiro a ganar las elecciones para cambiar este país”. El augurio cargado de optimismo que deslizó ayer Pedro Sánchez en los estudios de Ondaluz TV tendrá que cuadrar de nuevo el círculo de la gobernabilidad. Habrá, de nuevo, “un no al PP” aunque ésta sea la fuerza más votada, lo que dejaría abierta la puerta abierta de nuevo a un pacto en el que Unidos Podemos jugaría un papel fundamental. Para eso, advirtió, Pablo Iglesias deberá superar los errores que a su juicio ha cometido en los últimos cinco meses. Entre ellos, “que cuando llegó la oportunidad de decir adiós a Rajoy prefirió bloquear el cambio. No dijo no al PSOE, dijo no a las becas, a la universalización de la sanidad, a subir el salario mínimo. Bloqueó el cambio de políticas de este país”.
¿Hay posibilidad de entendimiento entonces con Unidos Podemos? “Ojalá después del 26J y de conocer los resultados podamos entendernos y se abran paso las tesis más moderadas de Errejón y no las que han mandado hasta ahora, que son las más intransigentes y duras de Iglesias”, alertó Sánchez, sorprendido de que “quien me tiende la mano ahora, hace cinco días me acusaba de tenerla manchada de cal viva”. Y se preguntó en voz alta: “¿cómo alguien con menos de 40 años puede tener tanto rencor al PSOE?”. Es más, defendió su gestión de los meses en los que intentó forjar sin éxito Gobierno: “Yo podría ser hoy presidente si hubiese aceptado el trágala de Iglesias, de sus exigencias en la Justicia, el CNI, Cataluña... Pero no lo hice”.
Las posibilidades de desalojar al PP pasan, insistió el secretario general del PSOE, por movilizar a su militancia para que los socialistas venzan el 26J. “Hoy por hoy, el único partido con posibilidad de liderar el cambio es el PSOE”, alertó. Lo hará, asume, si pese a los nubarrones que dibujan las encuestas son capaces de movilizar a “quienes votaron siempre socialista pero no encontraron suficientes alicientes para hacerlo el 20D y también a quienes votaron otra cosa y se sienten ahora engañados”. También a quienes valoren al PSOE haber sido el partido “que más ha hecho para formar Gobierno, aunque nos encontramos con las negativas de Iglesias y de Rajoy”. Tan orgulloso está del camino recorrido desde esa cita frustrada en las urnas de diciembre que sentenció: “Merece la pena volver a intentarlo”. En ese objetivo, aseguró, no teme ni al PP ni a la amenaza del sorpasso de Unidos Podemos por el ala izquierda: “Yo no tengo miedo a nada. Sólo tenemos que tener precaución con la abstención y movilizar al PSOE”. Si vencen esos dos obstáculos, ve a su partido “en condición de sacar a España del atasco en el que la han sumido la intransigencia de unos y la sinrazón de otros”.
Susana Díaz y el futuro
No pudo evitar el candidato socialista durante la entrevista las preguntas sobre si su futuro está condicionado a los resultados del 26J y, sobre todo, si siente el aliento de Susana Díaz en sus supuestas aspiraciones de hacerse con la Secretaría General. Sobre lo primero, reconoció con ironía que le “conmueve la preocupación de ciertos medios por mi futuro”, lució el mérito de haber “hecho cosas difíciles en estos cinco meses” y concluyó que, pese a todo, “duermo pocas horas pero las que duermo, las duermo bien”, sin remordimientos. Sobre las posibilidades de la presidenta de relevarle en un hipotético debate interno tras unos malos resultados, le reconoció “la misma legitimidad que a cualquier otro compañero que se considere con capacidad para dirigir el PSOE”. Eso sí, se congratuló de tener a su lado a una líder territorial como Díaz “con garra”, a la que le “encanta que sea presidenta de la Junta y compañera en el seno del PSOE”. “Nosotros no tenemos un solo líder, somos 250.000 socialistas. Tenemos muchos. Si eso es debilidad, bendita debilidad”, aseguró.
En el repaso a la actualidad afloró también el reciente auto en el que los expresidentes Chaves y Griñán han sido definitivamente señalados por su supuesta implicación en el caso ERE. A “Manolo y Pepe”, como los llamó por proximidad, les agradeció dos cosas: “haber contribuido a cosas tan importantes como instaurar el estado del bienestar en Andalucía” y haber “sabido dar el paso atrás y asumir su responsabilidad política incluso antes de que decida un juez, incluso a veces cuestionándose algo tan sagrado como es la presunción de inocencia”.