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Sevilla

La convivencia entre romeros, el preludio de espera a la Virgen

Jornada de sentimientos encontrados, de la emoción por el encuentro con la Blanca Paloma y de la nostalgia ante la partida

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  • La plegaria -

El domingo en la aldea de El Rocío es una jornada de sentimientos encontrados: la Misa de Romeros marca el inicio un nuevo día de convivencia que culminará con el momento anhelado, el encuentro con la Blanca Paloma en la calle, en el que la emoción dará paso a la nostalgia por el fin de otra romería.

El camino, ese que será recordado como uno de los más duros de la historia para muchas de las hermandades por los estragos que han causado las intensas precipitaciones durante más de cinco días, es ya sólo eso, un recuerdo.

Tras la jornada de presentaciones de las filiales ante la Matriz de Almonte, el disfrute se ha convertido en el verdadero protagonista, aunque una de las citas más importantes es la Misa de Romeros, el primer acto oficial que une a las 117 en torno a esta devoción mariana. Ha sido seguida por muchos romeros y   cantada por el Coro de Sevilla Macarena.

En la homilía, el obispo de la Diócesis de Huelva, José Vilaplana Blasco, ha llamado a todos los rocieros a ser, en medio de este mundo, “testigos y portadores de la Misericordia”, ésa que “nos permite mirar a todas las personas reconociendo su dignidad”.

Vilaplana ha recordado las dificultades encontradas en el camino por las lluvias, dificultades que “ponen de relieve dos aspectos importantes por los que hay que dar gracias”: el primero, “el ejemplo de fe” dado por las hermandades y, el segundo, la labor desarrollada por los dispositivos del Plan Romero en la búsqueda de alternativas.

En la homilía, Vilaplana ha indicado que “ser misericordiosos como el Padre es un programa de vida tan comprometedor como rico de alegría y de paz”.

La Misericordia, ha apuntado, “nos permite mirar a todas las personas reconociendo su dignidad y tomándonos en serio todas las situaciones de debilidad y vulnerabilidad”, precisando que “el reconocimiento de la dignidad de toda persona y el trabajo por buscar el bien de todos nos impedirá caer en la tentación y superar los lastres que enturbian nuestra sociedad, la corrupción, la explotación de los débiles y la violencia en cualquiera de sus formas, física o verbal”

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