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Jueves 05/12/2024
 

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Julian Assange reclama su libertad tras una "victoria histórica" ante la ONU

En un mensaje desde el balcón de la embajada ecuatoriana, donde está refugiado desde 2012 -tras dos años bajo arresto domiciliario-, Assange instó a los Gobiernos sueco y británico a respetar el veredicto "vinculante"

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  • Assange en la embajada -

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, reclamó al Reino Unido y a Suecia que "cumplan el dictamen de la ONU" que condena sus cinco años y medio de detención "arbitraria" en Londres y celebró la decisión del organismo como una "victoria histórica".

En un mensaje desde el balcón de la embajada ecuatoriana, donde está refugiado desde 2012 -tras dos años bajo arresto domiciliario-, Assange instó a los Gobiernos sueco y británico a respetar el veredicto "vinculante".

"Es una decisión histórica para mí, mi familia y mis hijos", dijo el informático australiano, que apareció vestido con traje oscuro y corbata de cuadros y presentando buen aspecto.

El Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detenciones Arbitrarias pidió hoy a los dos países que "pongan fin a la privación de libertad" del australiano -detenido en Londres en 2010 a petición de la Justicia sueca- y reconozcan su derecho a reclamar una compensación, en un dictamen "jurídicamente vinculante".

Sin embargo, los Gobiernos de Londres y Estocolmo argumentan que el veredicto "no cambia nada" ni afecta al proceso legal en curso e invitan a Assange a salir de la embajada, donde se exilió para evitar su extradición a Suecia, y permitir su arresto.

En su intervención pública, el fundador de WikiLeaks, de 44 años, criticó que el Reino Unido diga ahora que se opone al dictamen de la ONU cuando "no lo recurrió dentro del plazo establecido de quince días", y recordó que ambos países pertenecen al sistema de Naciones Unidas y deben acatar su autoridad.

Assange, que lucía su habitual pelo blanco, no contestó preguntas de los periodistas congregados, como tampoco lo hizo en una rueda de prensa anterior en la que participó por videoconferencia.

En esa rueda de prensa, su equipo legal pidió a Suecia que retire la orden europea de arresto que pesa sobre su cliente y celebró la "clamorosa" victoria ante el panel de expertos internacionales.

El coordinador de este equipo, el jurista español Baltasar Garzón, dijo que "la prioridad ahora es que Suecia retire la orden" que pende sobre el fundador de WikiLeaks, pues la decisión de la ONU "la deja vacía de contenido".

Cuando se permita salir en libertad al informático, "el procedimiento legal podría continuar", señaló, al tiempo que alertó de que, si pese a todo se mantiene la orden de detenerle, "en violación de sus derechos fundamentales", "se convierte en un caso de tortura y malos tratos".

Assange fue detenido en Londres el 7 de diciembre de 2010 -justo después de que su portal filtrara cables diplomáticos confidenciales de EEUU- a petición de la Justicia sueca, que le reclama por delitos sexuales de los que no ha sido acusado (solo uno de los cuatro iniciales sigue vigente).

Él niega los delitos, por los que tampoco ha sido interrogado, y rechaza la entrega porque cree que ese país le extraditaría a Estados Unidos, donde afrontaría un juicio militar y una eventual condena a pena de muerte por las revelaciones de su portal.

En declaraciones a Efe, Garzón sostuvo que la posición de los Gobiernos británico y sueco de rechazar el dictamen de la ONU demuestra "una clara persecución política".

"Si alguna duda había hasta ahora de que eso era así, a partir de la decisión del Grupo de Trabajo de la ONU, que declara la detención arbitraria, ya no cabe duda de que se está protegiendo el interés subyacente del procedimiento judicial que se lleva a cabo contra Julian Assange y Wikileaks en Estados Unidos", declaró.

Tras perder la batalla legal en el Reino Unido, Assange se refugió el 19 de junio de 2012 en la embajada de Ecuador, país que le concedió asilo, pero Londres ha rechazado darle un salvoconducto diplomático para llegar a Quito y la Policía británica le vigila las 24 horas para detenerle si pone un pie en la calle.

Reino Unido también se ha negado a facilitarle el desplazamiento a un hospital después de que el Gobierno de Quito denunciara que necesitaba asistencia médica como consecuencia de su cautiverio de años en un espacio muy reducido y sin acceso a luz natural.

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