¿Subirá el precio del metro?, ¿pagará más la Junta de Andalucía para que no repercuta en el usuario un sobrecoste en el servicio? Son algunas de las preguntas que se plantea Izquierda Unida. La formación teme que el traspaso de la parte mayoritaria de las acciones de las constructoras andaluzas Sando, Azvi y la caja rural Cajamar a dos fondos extranjeros de inversión se traduzcan en nuevos “inexplicables costes”.
La semana pasada, era pública la compraventa del 39,4% de las acciones de la sociedad concesionaria Metro de Málaga. El traspaso se producía de las constructoras andaluzas Sando y Azvi y la caja rural almeriense Cajamar al fondo australiano de inversiones Macquarie y a la sociedad de capital riesgo francesa Infravía por 100 millones de euros.
El coordinador provincial de Izquierda Unida, José Antonio Castro, ha manifestado su inquietud ante estos movimientos.
La Consejería de Fomento y Vivienda ha pasado de estar en manos de Izquierda Unida –mientras mantuvo pacto de gobierno con el PSOE- a estar en manos de los socialistas.
Teme Castro que, con este cambio, el PSOE “vuelva a las andadas del faraonismo”, ha dicho este lunes en Málaga, en referencia al sobrecoste que ya contabilizan los trabajos, hoy día, valorados en más de 600 millones de euros.
Castro pedirá la comparecencia del consejero en el Parlamento andaluz para conocer si esta compraventa tendrá consecuencias en la aportación de la Junta para mantener el mismo coste del servicio para el usuario o encarecerá el billete. Asimismo, IU quiere conocer los planes que tiene la administración autonómica para el metro malagueño y los plazos previstos.