La sociedad Club Zaudín Golf SA, titular del campo de golf ubicado en la localidad sevillana de Tomares, celebra este miércoles su Junta General Ordinaria con el objetivo de aprobar la disolución de la entidad, pese a contar con la oposición de la Comisión de Socios Minoritarios del Club.
Según informa la citada comisión, a través de un comunicado, el capital de la sociedad está distribuido en un 95,15 por ciento para la sociedad Aljarafe Golf S.A., perteneciente al grupo financiero encabezado por Banco de Santander SA; mientras que el resto, el 4,85 por ciento pertenece a uno 1.200 socios que "son los que habitualmente usan las instalaciones y hacen que la rentabilidad de la misma sea viable". Estos socios se han constituidos en una Comisión en favor de la no disolución y liquidación de la sociedad.
Dicha Junta General se propone acordar la disolución de la citada sociedad y su liquidación, según detalla, vendiendo las activos de la misma, esto es, el campo de golf, las instalaciones de hípica, tenis, padel, piscinas, gimnasio, entre otros. Así, afirma que la causa argumentada por el consejo de administración para llevar a cabo esto es que "las pérdidas habrían reducido el patrimonio neto de la sociedad a una cantidad inferior a la mitad del capital social".
Sin embargo, la Comisión de Socios de Club considera que la sociedad es rentable tal, lo que se debe "al abono de las cuotas mensuales y de uso de los socios minoritarios". "De las cuentas se desprende la mala gestión económica de los administradores, que han estado financiando a la sociedad con una póliza de crédito que ha sido renovada anualmente a su vencimiento, pero no se va a renovar. Esta forma de financiación no está permitida legalmente", afirma.
Añade que tampoco se refleja que el patrimonio neto resultante de la misma sea inferior a la mitad del capital social, sino que es "a través de una interpretación sesgada y partidista de los resultados contables", por lo que los socios minoritarios van a exigir a los administradores "las responsabilidades legales, incluidas las penales, en que hayan incurrido como consecuencia de su gestión".
"Los administradores optan directamente por la disolución y liquidación de la sociedad, sin tener en cuenta la opinión de los socios minoritarios y en perjuicio de los mismos; sin intentar otras posibles soluciones como pudieran ser una disminución y posterior aumento de capital social, una posible venta a los accionistas minoritarios de la participación del Banco de Santander, con la asunción de la deuda por los mismos, en fin, otras múltiples soluciones que se podría dar a la sociedad sin liquidarla", insiste.
