Desde el pasado lunes una nueva obra pictórica luce en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. Es, ni más ni menos, que el retrato de Su Majestad el Rey Felipe VI, una obra realizada por el pintor gaditano Antonio Álvarez del Pino. Esta vez no ha habido presentación oficial ni puesta de largo, algo que el pintor ya sabía teniendo en cuenta el momento político que vive la ciudad, con un gobierno local en funciones hasta que se constituya la nueva corporación.
Álvarez del Pino intenta volcar su alma en todos sus trabajos. Lo ha demostrado a lo largo de su trayectoria y ahora, ha vuelto a hacerlo. Podría haberse ceñido a la fotografía oficial que le entregaron para este encargo. Pero no, él ha querido ir más allá. “Es un trabajo para Cádiz y eso ha pesado mucho en mí a la hora de enfocarlo”, explicaba el autor a Viva Cádiz.
El pintor quiso que los pies del Rey reposaran sobre suelo gaditano y para eso buscó y rebuscó hasta caer en la cuenta de que la clave la tenía en la Iglesia de San Francisco y el Carmen, en sus solerías de mármol dieciochesco.
Álvarez del Pino jugaba con la ventaja de que sabía dónde iba a ir colocado, y por eso cambió el fondo de la fotografía, sustituyendo el negro por el blanco. “Si dejaba el negro, con el dosel burdeos el Rey se perdía, en cambio pintándolo sobre un fondo más claro, el retrato sale para afuera y cobra un mayor realce”.
El pintor también se ha fijado en los ornamentos del Salón de Plenos para integrarlos en el fondo del cuadro y ha tenido muy en cuenta la luz de la sala para intentar que el cuadro brille lo menos posible. Para ello, ha cambiado sus técnicas habituales, rematando su obra con una capa de barniz mate.
“Un retrato resta creatividad a un pintor que no sea creativo, pero el que lo es, tiene mucho margen de decisión”. Y que lo diga. La foto oficial dista del resultado final, eso sí, siempre dentro de los cánones establecidos. “El cuadro está pensado para que esté expuesto en ese lugar, si lo ponen en otro perdería”, explica Del Pino.