Un estudio realizado a 451 mujeres por ginecólogos del Hospital Regional de Málaga y profesores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Málaga (UMA) para conocer el nivel de exposición prenatal al tabaco, al alcohol y a otras drogas revela que un 15 por ciento fuma durante el embarazo y un 27 por ciento toma bebidas alcohólicas, especialmente en el primer trimestre. Además, un 2,4 por ciento tomó cannabis en este periodo.
El objetivo de este análisis ha sido plantear estrategias de salud pública que se sumen a la ya existentes, y que permitan reducir el impacto negativo que el consumo de estas sustancias tiene durante el embarazo y sobre la salud de los recién nacidos.
El estudio se ha realizado a través de un cuestionario anónimo cumplimentado por las propias gestantes que acudieron al control obstétrico --en el primer, segundo y tercer trimestre-- en el Hospital Materno Infantil entre noviembre y diciembre de 2013.
De las 451 participantes, 184 se encontraban en el primer trimestre, 121 en el segundo y 146 en el tercero. El cuestionario también incluía preguntas referentes a la edad, ocupación, nivel de estudios, nacionalidad, consumo de tóxicos por parte de la pareja, paridad o reproducción asistida, entre otras.
La edad media de las gestantes que participaron el estudio fue de 31 años, el 55 por ciento eran primíparas y cerca del 93 por ciento eran de nacionalidad española, según ha informado la Junta de Andalucía en un comunicado.
Los resultados de este estudio muestran una prevalencia de consumo en cada uno de los trimestres, respectivamente, del 21,2 por ciento; 18,5 por ciento y 13,3 por ciento para el tabaco; del 40,7 por ciento, 23,1 y 17,1 por ciento para el alcohol, y del 4,8, 1,9 y 1,2 por ciento para el cannabis.
En el caso del tabaco, la prevalencia global fue del 15 por ciento. Además, el 33,7 por ciento de las gestantes eran fumadoras (152 mujeres), y de éstas, el 44 por ciento mantuvieron el consumo de tabaco durante todo el embarazo.
Un total de 123 gestantes declararon consumir o haber consumido alcohol durante el embarazo, lo que da una prevalencia de consumo de un 27 por ciento; siendo significativamente mayor en el grupo de gestantes de primer trimestre de embarazo, con un 40,7 por ciento, y disminuyendo hasta un 17 por ciento en las de tercer trimestre.
La bebida más frecuente fue la cerveza, seguida de los destilados y del vino; asimismo, el consumo se incrementaba los fines de semana, en un 29 por ciento. Con relación al consumo de sustancias ilícitas, el estudio ha registrado una prevalencia de un 2,4 por ciento en lo referido al cannabis.
NIVEL DE ESTUDIOS Y TÓXICOS
Uno de los aspectos que destacan los investigadores es la asociación significativa hallada entre el nivel de estudios con el consumo de tóxicos durante todo el embarazo. Así, un mayor nivel de estudios se asoció a un menor consumo de tabaco y a una mayor exposición al alcohol. Asimismo, los resultados han mostrado una asociación significativa entre el consumo de tabaco durante el embarazo y el tabaquismo de la pareja.
La directora de la Unidad de Gestión Clínica de Ginecología y Obstetricia del Hospital Regional de Málaga, Ana Belén Espejo, ha indicado que los resultados obtenidos, sobre todo en relación con el consumo de alcohol, "son suficientemente llamativos como para alertar a los especialistas de atención obstétrica --ginecólogos y matronas-- de la necesidad de poner en marcha medidas preventivas más eficaces".
Las guías clínicas de atención al embarazo normal establecen algunas recomendaciones y sugerencias sobre la detección de conductas de riesgo relacionadas con el consumo de sustancias tóxicas; sin embargo, no existen datos sobre su cumplimiento a nivel nacional, han precisado.
Aunque es muy difícil estimar todas las consecuencias del consumo de estas sustancias durante el embarazo, se sabe que los efectos en el feto dependen fundamentalmente del momento y la intensidad de la exposición, siendo el primer trimestre el periodo de mayor vulnerabilidad sobre todo respecto al desarrollo neurológico y la organogénesis.
El consumo de tóxicos se ha asociado además al retraso del crecimiento intrauterino, desprendimiento de placenta, parto prematuro, aborto espontáneo, embarazo ectópico, placenta previa y los síndromes de 'distress' respiratorio y muerte súbita infantil.
El Hospital Materno Infantil de la capital malagueña es el referente para la atención especializada obstétrica y ginecológica de 14 centros de atención primaria del Distrito Sanitario Málaga, con 4.624 partos atendidos en 2014. Por ello, el volumen de actividad hace que la población asistida en la Unidad de Gestión Clínica de Ginecología y Obstetricia sea representativa de la población general de gestantes de la ciudad.
Este estudio se sitúa en la base de una línea de trabajo en salud reproductiva encaminada a evitar la exposición de las gestantes al tabaco, al alcohol y a otras drogas.
ESTUDIOS EN ESPAÑA
Desde el Hospital Regional han precisado que no existe mucha información sobre la prevalencia del consumo de tóxicos durante el embarazo en España.
Los estudios sobre el consumo de tabaco ponen de manifiesto una prevalencia que oscila entre el 27 y el 34 por ciento de las gestantes a término; y una tendencia al incremento del número de mujeres que fuman durante el embarazo desde 1975, con una prevalencia entre 1995 y 2002 del 30 por ciento.
Con relación al consumo de alcohol, la información procedente del grupo Eurocare indica que en 2011 en España el 25 por ciento de las mujeres consume alcohol durante el embarazo, habiéndose descrito una incidencia de síndrome alcohólico fetal de 0,46 por 10.000 nacimientos. Los datos sobre consumo de drogas ilícitas durante el embarazo son escasos.
Otros estudios demuestran que la prevalencia de hábitos tóxicos en la población de mujeres gestantes es similar a la general, por lo que la exposición fetal a tóxicos es elevada durante al menos el inicio del primer trimestre, existiendo al final del embarazo aún un grupo de pacientes que mantiene un nivel importante de exposición.