El nombre de Violeta Friedman ha quedado desde este lunes estrechamente unido a Torremolinos merced al descubrimiento de una placa que da el nombre de esta mujer, superviviente del holocausto nazi, a una calle situada en la zona de Los Alamos, más arriba de la también recientemente nominada calle Doctor Juan Hidalgo García.
El alcalde de Torremolinos, junto a la mayoría del resto de miembros de la Corporación y otras autoridades, así como la hija de Violeta Friedman, Patricia, Weiss; el presidente de la Comunidad Judía de Torremolinos, David Obadía, y la directora de la Federación de Comunidades Judías de España, Carolina Aisen, entre otros familiares y amigos de Violeta, ha presidido este mediodía el sencillo acto, en el que ha quedado de manifiesto el más sentido recuerdo al conjunto de las víctimas de la barbarie nazi.
En una breve declaración minutos después de ser descubierta la placa nominativa de la nueva calle, Pedro Fernández Montes destacó en primer lugar el carácter internacional de Torremolinos, acreditado por el hecho de que conviven en el municipio vecinos de más de 120 nacionalidades, y a continuación resaltó la nominación de la nueva calle dedicada a “una figura de dimensión universal, por lo que pasó en la Alemania nazi”, recordando además que el acto constituía el cumplimiento de una promesa hecha por el propio alcalde a la hija de Violeta Friedman, después que ésta le pidiera en su momento la dedicatoria de una calle a su madre.
Asimismo, el alcalde destacó la belleza del lugar donde se ubica esta vía, en la zona de franca expansión del municipio, “donde se ven ya los inicios de nuevas construcciones, y donde muchos de los vecinos de la zona podrán decir que viven en la calle Violeta Friedman dando testimonio permanente de lo que sucedió”.
Por su parte, Patricia Weiss, la hija de Violeta Friedman, se refirió en primer lugar al “simbolismo” de la jornada, por tratarse del 76 aniversario de la matanza de judíos en la conocida como “Noche de los cristales rotos” y, a continuación, recordó que a la persecución de los judíos siguió también la de los discapacitados, homosexuales, gitanos, etcétera, recordando también el exterminio de más de 10 millones de personas, “pese a lo cual –afirmó-, aún se siguen negando las cámaras de exterminio y de gas”.
Patricia Weiss se refirió concretamente al caso de León Degrelle, residente en la Costa del Sol, “que negaba el holocausto y que fue derrotado en dos ocasiones”, una de ellas en tribunales españoles, por su madre, de la que Patricia añadió que “es el icono contra las personas que niegan ese horror del holocausto, y que una calle lleve su nombre en Torremolinos es un reconocimiento a su lucha y es un referente de todos aquellos que perecieron por la barbarie nazi”.
Por último, Patricia Weiss quiso expresar su agradecimiento al alcalde de Torremolinos, así como a la Comunidad Judía de Torremolinos, “por haber hecho posible este acto, que estoy segura de que está siendo visto por mi madre desde algún sitio”.
También se sumó a ese agradecimiento a la primera autoridad municipal y al pueblo de Torremolinos la presidenta de la Federación de Comunidades Judías de España, Carolina Aisen, quien dijo que “este gesto es mucho más que el nombre de una calle, es poner en Torremolinos un trocito de memoria y recuerdo de las víctimas del holocausto, especialmente a Violeta y a la lucha de ésta para que la memoria no se tergiverse y la verdad sea contada tal cual fue”.
Finalmente, el presidente de la Comunidad Judía, David Obadía, agradeció también al alcalde este acto y su simbolismo, calificó la jornada como “un día superimportante” y dijo querer aprovechar la ocasión para destacar la permanente sensibilidad de Pedro Fernández Montes y de la institución municipal hacia las inquietudes y necesidades de la comunidad judía en una sociedad multicultural como la de Torremolinos”.