Castellón 0
—UD Las Palmas—Santamaría; Darino, Juanpa, Samuel, Dani López; Nauzet Alemán (Gerardo, min. 78), Miguel García, Jorge, Pitu (David García, min. 70); Pablo Sánchez (David González, min. 84) y Saúl.
—CD Castellón—Carlos Sánchez; Rafita, Baigorri, Mora, Pol Bueso, Arana, Dealbert, Dani Pendín (Omar, m. 62), Diego Reyes (Ulloa, m.58), Uranga y Nsué (Perico, min. 84).
Árbitro: Ceballos Silva (Comité Extremeño). Expulsó al futbolista insular Samuel (min. 87), por dos tarjetas amarillas. Además, amonestó con cartulina del mismo color a sus compañeros Miguel García y Nauzet Alemán; así como a sus rivales Diego Reyes, Ulloa, Pol Bueso y Arana.
Gol:
1-0 Pablo Sánchez (m.35)
Incidencias: Partido disputado ante 10.239 espectadores en el Estadio de Gran Canaria.
La UD Las Palmas venció al CD Castellón (1-0) en un regular, emocionante y largo partido –se prolongó seis minutos– y que fue bastante más entretenido durante la primera mitad.
Dos sentidos contrapuestos de juego dieron paso a un solitario gol de Pablo Sánchez, tras un error garrafal del portero Carlos Sánchez, en un primer tiempo más que aceptable y que debió arrojar un resultado más amplio.
Los futbolistas isleños controlaron la situación y dispusieron de algunas oportunidades para abrir el marcador mucho antes de lo que lo hicieron, mientras que sus rivales se limitaron a contener y a esperar que la estrategia les concediera anotar, algo que también pudieron hacer.
Así, Pablo Sánchez, en el minuto 3, cabeceó, y Carlos Sánchez envió el balón a córner; y cinco más tarde fue Pitu quien disparó ligeramente desviado.
Un cabezazo y un tiro cercanos de Nsué, ya rebasado el ecuador del periodo, los tapó Santamaría como pudo.
Con el 1-0 y llegando casi al descanso, Pitu desperdició una nítida ocasión para incrementar la cuenta, pero su lanzamiento se paseó en paralelo y a medio metro del portal foráneo.
No fue buena la labor en el segundo tiempo. El Castellón apretó y dominó más que su oponente, aunque se mantuvo en la idea genérica de buscar a sus hombres altos en una estrategia que, en definitiva, no cuajó. Dos tiros de Arana, bien rechazados por Santamaría, resultaron su mejor bagaje ofensivo.