Los datos del Servicio Público de Empleo Estatal, analizados por la Fundación Randstad y de los que se ha hecho eco Viva Huelva, señalan que en el primer cuatrimestre de 2014 se hicieron un total de 4.189 contratos a personas con discapacidad en Andalucía, lo que supone un 20,4% más que en el mismo periodo de 2013. Huelva, con 183 contrataciones para este colectivo, sólo participó del 4,3% de un pastel que todavía tiene ingredientes bastante discriminatorios.
Así lo señala la valoración de la situación laboral que hace para Viva Huelva Josefina Lezcano, presidenta de la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad en Huelva, quien haciendo un resumen sobre cómo está la situación en la inserción laboral de estas personas es tajante: “Está muy jodida”.
Los datos citados anteriormente señalan un aumento del 8% en la contratación indefinida de profesionales con discapacidad a nivel andaluz. Al respecto, Lezcano, sin tener datos cerrados de Huelva, señala que tiene “reticencias” sobre que ese porcentaje se haya dado en la provincia onubense. En el lado positivo, la representante del colectivo sí indica que ha habido un progresivo aumento de contratos superiores a los seis meses, pero la contratación indefinida en Huelva “aún no ha sido asumida”.
Josefina Lezcano señala que buena parte de los contratos que se hacen a los discapacitados eran a través de los centros especiales de empleo, centros que “muchos” han dejado de existir a causa de la crisis económica. Lezcano, a su vez, señala que sectores como el de los servicios “no atiende al colectivo”, y a su vez pone un ejemplo muy paradigmático a la vez que contradictorio. Según la presidenta de la federación onubense de personas con discapacidad, en el servicio de dependencia perteneciente a la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, sólo hay cuatro personas con discapacidad dentro del personal. Asimismo, pega un tirón de orejas al empresariado, después de una campaña de visitas tratando de concienciar e incentivar la contratación de personas con diversidad funcional: “Los hemos visitado, nos han recibido amablemente, pero no han atendido nuestra petición. Nos dicen que estamos echando a padres de familia, como si nosotros no fuéramos padres de familia”.
En definitiva, como Lezcano sentencia, si la cosa está difícil para el común de los mortales con esta crisis que todo lo puede, para los discapacitados, “que somos proclives a pertenecer a núcleos de pobreza”, la situación se complica aún más: “La cosa está muy jodida”.