Las cinco mujeres fueron expulsadas del país por la mañana por el puesto fronterizo de Tánger a bordo de un ferry con destino a Tarifa, después de haber sido interpeladas el pasado sábado por miembros de la Policía Judicial de Casablanca.
Las autoridades marroquíes no siguieron el procedimiento diplomático habitual en estos casos de informar con antelación al cónsul o embajador en Marruecos.
Por ello, el embajador de España en Marruecos, Luis Planas, se puso en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores de aquel país para pedir más información sobre la expulsión y el procedimiento seguido.
Según fuentes del Ministerio de Exteriores, las autoridades marroquíes pidieron disculpas por no haber informado antes de proceder a la expulsión y recordaron que, aunque en Marruecos hay libertad religiosa, está prohibido hacer proselitismo.
Asimismo, fuentes del consulado español en Casablanca confirmaron a la agencia Efe que las cinco expulsadas podrían ser consideradas más como “propagandistas” que como misioneras y formaban parte de un grupo de diecisiete personas entre las que había también ciudadanos marroquíes y un iraquí.
Según fuentes cercanas a la investigación, las expulsadas fueron pilladas en “flagrante delito” mientras se encontraban en un acto de “proselitismo” en un céntrico apartamento de la capital económica marroquí, tras lo cual se procedió a su expulsión.
