Israel decidió hoy suspender de forma inmediata las negociaciones de paz con los palestinos a raíz del anuncio el miércoles de un nuevo acuerdo de unidad nacional entre las facciones rivales palestinas Al Fatah y Hamás.
La decisión fue adoptada de forma unánime por los ministros del denominado Gabinete de Seguridad, que celebraron hoy una reunión convocada con carácter de urgencia que se prolongó durante más de cinco horas.
"El gabinete ha decidido esta tarde y de forma unánime que el Gobierno de Israel no lleve a cabo negociaciones con el Gobierno palestino", se indica en un comunicado remitido a los medios.
El texto insiste en que el liderazgo palestino se ha inclinado hacia el movimiento islamista Hamás, "una organización terrorista que pide la destrucción de Israel" y adelanta que el Ejecutivo israelí responderá a las "medidas unilaterales adoptadas por la Autoridad Palestina" con una serie de sanciones que no especifica.
En la reunión participaron el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu; el titular de Defensa, Moshé Yaalón, y los líderes de todos los partidos en la coalición parlamentaria que encabeza el Likud, así como asesores diplomáticos y en asuntos de seguridad.
La decisión israelí se produce después de que ayer el movimiento nacionalista Al Fatah, que encabeza el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, y Hamás, acordaron poner en práctica anteriores entendimientos y formar un gobierno de unidad nacional antes del próximo 1 de junio, así como la convocatoria de elecciones generales previstas para enero de 2015.
De este modo, Israel parece echar por tierra definitivamente el agonizante proceso de paz auspiciado por EEUU, que comenzó a finales de julio de 2013, y cuyo plazo límite expiraba la próxima semana.
Las conversaciones entre israelíes y palestinos entraron en crisis en noviembre pasado, y aunque Washington ha tratado de reanimar el proceso con una prórroga ante la imposibilidad de lograr un acuerdo marco, en el último mes las dos partes han dado pasos unilaterales que lo dejaron sentenciado.
A finales de marzo, Israel anunció que cancelaba la liberación de la última tanda de una treintena de presos que cumplían condena por delitos anteriores a 1993 (año de la firma de los Acuerdos de Oslo, que articulan todo el proceso negociador palestino-israelí), además de la construcción de cientos de viviendas en las colonias.
A ello siguió la firma por parte de Abás de quince solicitudes para acceder a otros tantos tratados y convenciones internacionales.
En una reunión el martes con periodistas israelíes, el líder palestino insistió en que sigue comprometido con la paz y la solución de dos estados, pero que antes Israel debe comprometerse a delimitar las fronteras en un plazo de tres meses y cesar la construcción en los asentamientos además de liberar a los presos.
Netanyahu condenó en los últimos días el renovado acercamiento entre Abás y Hamás, y le dijo al dirigente palestino que hacer la paz con Israel implica no reconciliarse con ese grupo islamista, considerado asimismo por EEUU y la UE organización terrorista.