El buque de operaciones especiales Fulmar del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), adscrito a la Agencia Tributaria, interceptó en la madrugada de este pasado domingo un mercante cargado con unas 12 toneladas de hachís en la zona del mar de Alborán, al sureste de Málaga. En la operación, desarrollada de forma conjunta con la Aduana francesa, han sido detenidos los ocho tripulantes, todos ellos de nacionalidad siria.
El mercante, con bandera de conveniencia, ha llegado en la mañana de este lunes al puerto de la capital malagueña. Los detenidos, junto con la embarcación y la droga intervenida, han pasado a disposición judicial, según han informado a los periodistas el delegado de la Agencia Tributaria en Málaga, Juan Rico Martínez, y el capitán del Fulmar, Jesús García de Leániz Caparrós.
En el desarrollo de esta operación, denominada 'Oriente' y en el marco de la colaboración entre las autoridades aduaneras de Francia, Italia y España, se detectó un buque mercante, de nombre Mayak, que resultó sospechoso, al efectuar movimientos no habituales en el mar de Alborán.
Concretamente, la zona en la que se encontraba no es habitual para un barco de estas características. Por ello, establecido el oportuno dispositivo aeronaval, el patrullero de operaciones especiales Fulmar de Vigilancia Aduanera se dirigió a la zona para interceptar el buque.
Una vez localizado y con autorización del país de abanderamiento, se abordó el mercante, descubriendo a simple vista fardos de los utilizados habitualmente para el transporte de hachís, que, a falta del recuento oficial, podrían contener unos 12.000 kilogramos.
En concreto, se localizaron unos 400 fardos, de unos 30 kilos cada uno, distribuidos entre la bodega de popa y la propia cubierta, por lo que "era relativamente fácil verlos", según ha manifestado Rico Martínez.
De inmediato se procedió a la detención de los ocho tripulantes, así como a la intervención del barco, que se encontraba en aguas internacionales, y de la mercancía para su posterior traslado al puerto de Málaga.
SORPRENDIDOS CUANDO ESTIBABAN LA CARGA
El capitán del Fulmar ha declarado que la operación ha sido "un ejemplo de coordinación desde el punto de vista de la información de los movimientos del barco, resultando muy sencilla, ya que pudimos abordarlo en el mismo momento en que acabó la carga".
Al respecto, ha explicado que el barco estuvo cargado una hora antes de ser abordado por el patrullero Fulmar. De hecho, la tripulación no opuso resistencia porque "estaba todavía estibando la carga recibida". "Se les sorprendió totalmente", ha apostillado.
Por el rumbo que llevaba el buque mercante, que podría haber sido utilizado en otras actuaciones de este tipo, se prevé que se dirigiese hacia las costas gaditanas, ha comentado García de Leániz Caparrós.
RUTA DEL MEDITERRÁNEO ORIENTAL
Según el capitán del Fulmar, ha habido un cambio en la manera de operar por parte de estos grupos, empleando ahora barcos más grandes para introducir la droga. Con esta operación, desde el pasado mes de junio se ha detectado un incremento de estas actuaciones, siendo ya seis las aprehensiones de grandes cantidades de hachís realizadas por Aduanas en la nueva ruta del Mediterráneo oriental, con un balance de más de 75 toneladas de droga incautadas.
Para ello, ha sido fundamental la implantación de dispositivos de análisis y control en la ruta comercial del Mediterráneo por las autoridades de Francia, Italia y España, que han derivado en la interceptación de 11 buques que portaban grandes cargas de hachís.
Esta nueva operación ratifica la importancia de esta ruta abierta para el tráfico de hachís. En el último año, por parte de las autoridades de Italia, Francia y España se ha procedido a la aprehensión de los buques Adam, Gold Star, Luna-S, Moon Light, Avenir de Safi II, un pesquero egipcio sin nombre, dos más en Italia, Berk Kaptan, A la Voluntad de Dios y ahora el mercante Mayak.
Seis de estas operaciones se han realizado por Vigilancia Aduanera. Todas ellas transportaban cantidades que llegaban hasta las 30 toneladas de hachís.
Con la finalidad de controlar esta nueva ruta del tráfico del hachís, el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria ha establecido una vigilancia intensiva y permanente sobre la zona, evaluando el riesgo del tráfico marítimo de mercancías e intensificando la colaboración internacional.
Como en sus cinco anteriores actuaciones, la aprehensión del mercante Mayak ha sido resultado de esta estrategia. Las organizaciones de narcotraficantes son ágiles y flexibles, adaptándose rápidamente a los nuevos escenarios.
El control de la ruta del Mediterráneo oriental y de este tipo de embarcaciones es sumamente complejo. Los investigadores sospechan que esta ruta estaría siendo empleada por organizaciones situadas en países del norte de África.
Transportarían importantes cantidades de hachís en barcos de tipo mercante o pesquero, buques comerciales que efectuarían transportes legales y, a su salida, con una breve parada técnica, reciben importantes cantidades de droga para su traslado a los países más orientales del Mediterráneo.
Estos barcos también pueden ser utilizados como buques nodriza para transbordar el hachís a otras embarcaciones menores, que las introducirían directamente en la costa comunitaria, española, francesa o italiana.