Carmen Fernández Sánchez ha cumplido 100 años, una isleña más que se suma al club de los centenarios, de quienes ya cuentan con tres cifras entre sus datos personales. Un acontecimiento tan especial era merecedor de un homenaje público. Y eso es lo que ha pretendido el Ayuntamiento, quien en la persona del alcalde José Loaiza, visitó a Carmen en su domicilio de Cardenal Spinola. La primera autoridad municipal entregó a Mamma -“así es como me gusta que me llamen y como me conoce la gente”, apuntaba la centenaria- un obsequio en recuerdo de un día tan especial que muy pocos llegan a celebrar.
Carmen Fernández tuvo tres hijos fruto de su matrimonio con Remigio González, un habilidoso operario de la Constructora que conseguía llevar a casa un pequeño sobresueldo gracias a los soldaditos de plomo que fundía y pintaba. Todavía conserva alguno de esos moldes del que surgían pequeños soldados y que fueron el divertimento de toda una generación.
Mamma le contaba al alcalde, en presencia de sus hijos Remigio, Mª del Carmen y Nieves, algunos capítulos de su vida en el que la postguerra tuvo un papel crucial también en el desarrollo de un carácter fuerte y vital como confirma la familia.
La cocina de aquella época no tiene secretos para esta isleña que todavía se atreve con las panizas. “Como no había harina de trigo se utilizaba en su lugar el garbanzo molido y de ahí surgió ese y otros platos, como los huevos de fraile”, recuerda.
La familia, orgullosa de su matriarca, festejó este aniversario de manera especial con la presencia de hijos, nietos, biznietos, sobrinos y amigos de los que Mamma Fernández se siente muy agradecida y satisfecha.