La Bruixa d'Or Manresa consiguió una victoria 'in extremis' (84-83) ante el Fuenlabrada, un rival directo en la zona baja de la clasificación y que dejó escapar un partido que dominó durante 39 minutos.
Los catalanes fueron a remolque todo el encuentro, llegaron a perder de 13 puntos (48-61, min.30) y no fue hasta el 84-83 final, que consiguieron adelantarse en el marcador. Feldeine tuvo el último lanzamiento en su mano, pero falló e hizo mala el dicho de 'entrenador nuevo, victoria segura'.
El arranque de Fuenlabrada fue mucho mejor que el de La Bruixa d'Or, que mostraba graves síntomas de perdición. Un triple de Cabezas remataba el buen inicio visitante, con un parcial de 0-7 (min.2).
Giannopoulos estrenó el marcador local, mientras el acierto de los de Luis Casimiro, que hoy se estrenaba en el banquillo madrileño esta temporada, seguía. En poco más de 4 minutos todos los jugadores de Fuenlabrada habían anotado. El dominio era claro (7-15, min.6) y Borja Comenge pedía tiempo muerto.
Eriksson, que acababa de entrar, y Monroe daban un respiro a los suyos, pero Panko y Feldeine mantenían al Fuenla por delante en el electrónico (19-22, min.13).
Los visitantes tenían más claro su juego, mientras que la defensa local mostraba graves debilidades. Así continuó el dominio madrileño (26-35, min. 18), aunque un triple de Eriksson y dos tiros libres transformados por Kouguere permitieron al Manresa irse al descanso solo 2 puntos por debajo (35-37, min. 20).
Al inicio del tercer cuarto, los ataques se contaban por triples: Panko, Arco, Cabezas, Kouguere, Feldeine. El juego se abría y Fuenlabrada salía más beneficiado. Panko estableció la máxima diferencia del partido, de 13 puntos, (48-61, min.30).
El Manresa apenas había dado la más mínima señal de tener capacidad para darle la vuelta al marcador, pero lo consiguió a base de insistencia.
Los catalanes arrancaron con un 8-0 (58-65, min.32) el último período, lo que obligó a Casimiro a pedir tiempo muerto. Panko la clavaba de tres (60-70, min. 33), pero Eriksson y Arco empezaron a ver el aro más grande.
Los triples salvaron al Manresa, que empató por fin el partido (78-78, min.38). Cabezas también la metía de tres y enfriaba las esperanzas locales a falta de 36 segundos (80-83), pero Eriksson primero y dos tiros de Ljubicic tras una perdida visitante, después, colocaron el 84-83, en el minuto 40.
Feldeine tuvo en su mano el último tiro, pero erró el lanzamiento y el Fuenlabrada se quedó sin un triunfo que tuvo en su mano.
