Los restos arqueológicos del Antiquarium, bajo el Metropol Parasol de la plaza de la Encarnación de Sevilla, acogerán durante la Cuaresma un espectáculo que representará la obra 'Poncio Pilato', organizado por el Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS) y la compañía Estudio de Teatro (Edeteatro). Se trata de una recreación de "las horas más difíciles del hombre que pudo cambiar la historia", que tendrá al público sentado alrededor de las escenas, dotándolas de "mayor cercanía y realismo".
Según ha explicado el Ayuntamiento en una nota, será un recorrido por las situaciones que vivió hace ya más de 2.000 años el procurador romano de Jerusalem en el juicio a un profeta galileo que decía ser el Mesías. Presiones, conflictos, intrigas, intereses religiosos y equilibrios políticos se mezclan en este drama de una hora y media de duración que "no dejará indiferente a los espectadores".
"Una experiencia teatral única en un entorno excepcional y a precios populares para una de las fechas más señaladas del calendario de la ciudad", ha señalado.
Las funciones se realizarán los viernes, sábados y domingos de los cinco fines de semana que dura la Cuaresma a las 20,30 horas. Las entradas salen a la venta por diez euros y siete euros en caso de grupos a partir de 15 personas. Las entradas se pueden adquirir anticipadamente en la taquilla del Teatro Lope de Vega y en Internet, así como en la taquilla del Antiqvarivm de Sevilla los días de la función en caso de quedar entradas disponibles.
La obra está dirigida por el periodista José Luis Losa sobre textos escritos en colaboración con Fernando Fabiani e Isaac García, tras casi un año de documentación en libros históricos y la propia Biblia. En la producción del espectáculo colaboran el consorcio Turismo de Sevilla y la Delegación de Fiestas Mayores del Ayuntamiento hispalense, así como la Universitas Senioribus de San Pablo CEU.
Así, durante la representación acompañan a Poncio Pilato en sus horas "más difíciles de su vida", en las que recibe presiones de "todo tipo" para que asesine a "un galileo que no parece haber hecho nada grave" como para "merecer la crucifixión que le exigen". Se trata de evitar revueltas en las calles, del equilibrio político, de no perder a su esposa, de su propio futuro según añade.
Pilato recurre a todo tipo de "trucos" para evitar lo "inevitable". Las conversaciones de esas "terribles" horas con su centurión Marco, con su consejero Cordubio, con los sumos sacerdotes Caifás y Anás, con su mujer Claudia Prócula y hasta con uno de los discípulos de Jesús, Judas Iscariote, ofrecen una buena radiografía de la situación personal a la que llega Poncio Pilato, "inmerso en una encrucijada de caminos que pudo cambiar la historia para siempre".
