El tiempo en: San Fernando
Jueves 14/11/2024
 
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Sevilla

Jimmy P.

La cinta que nos ocupa, responsabilidad del francés Arnaud Desplechin y cuyo país la coproduce con EEUU, narra la historia de un indio blackfoot, que combatió en Europa, y que sufre de distintos trastornos físicos como secuelas postbélicas...

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai

La cinta que nos ocupa, responsabilidad del francés Arnaud Desplechin y cuyo país la coproduce con EEUU, narra la historia de un indio blackfoot, que combatió en Europa, y que sufre de distintos trastornos físicos como secuelas postbélicas. Tales como vértigos, ceguera, alucinaciones visuales, pérdidas de audición, terribles migrañas y es ingresado en un hospital militar de Kansas. Pero como, en compañía de los otros pacientes, afectados de serios desórdenes mentales y cerebrales, su estado empeora, el hospital recurre a un psicoanalista y antropólogo francés, experto en culturas indias. Así comienza una terapia muy particular…

El realizador se sirve de una buena factura y un atractivo reparto para ofrecernos un producto más que convencional. De hecho, su puesta en escena le acerca más a un tratamiento norteamericano que el que le hubiera dado el cine galo. Y aunque tenga algunos destellos de humor, ingenio e interés es la típica cinta comercial que puede funcionar muy bien en taquilla, pero que en este Certamen es una más de relleno. Ni estética, ni de fondo o forma, ni mucho menos de lenguaje, cumple las mínimas expectativas que se esperan de la programación del Festival y de la Sección Oficial, concretamente.

Ni se hace una lectura política, ni social y apenas si se pasa de puntillas por la xenofobia, en aras de un tour de forcé interpretativo entre Mathiew Amalric , un tanto histriónico… y un competente Benicio del Toro. En aras de un análisis que se pretende ocurrente y es previsible hasta decir basta. Lleno de tópicos y de clichés, salvo por los vocablos del idioma y ciertos usos de los blackfoots. Y aún así… La puesta en escena y el tratamiento son planos, lineales y previsibles. Aburridos. Ni siquiera el encanto de Gina McKee, más que desaprovechada, salvan la función. Lástima.

Siga las críticas de Carmen Jiménez de la X Edición del SEFF en http://sevillacinefila.com/

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN