El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha asegurado este lunes que la situación sobre el terreno en Siria es "irrelevante" de cara a la implementación del Acuerdo de Ginebra, firmado en 2012 y que contempla el fin del conflicto y la creación de un Gobierno de transición.
"No importa si estás arriba o abajo en el campo de batalla, el objetivo de (la cumbre de paz de) 'Ginebra 2' sigue siendo el mismo: un Gobierno de transición alcanzado a través del consenso entre las partes", ha agregado.
"No conozco a nadie que crea que la oposición consentirá que (el presidente sirio, Bashar) Al Assad sea parte de ese Gobierno", ha valorado. "Si (Al Assad) cree que va a solucionar los problemas presentándose a la reelección, le aseguro que la guerra no terminará", ha remachado Kerry.
Las declaraciones de Kerry han llegado poco después de que el mandatario sirio haya indicado que no tiene intención alguna de abandonar el poder y haya dejado entrever que podría presentarse a las próximas elecciones presidenciales, previstas para 2014.
"Personalmente, no veo obstáculo alguno a ser nominado como candidato a los próximos comicios presidenciales", ha dicho, en declaraciones concedidas a la cadena de televisión libanesa Al Mayadin.
El Gobierno sirio ha anunciado que la conferencia de 'Ginebra 2', impulsada por Rusia y Estados Unidos, se celebraría el 23 y 24 de noviembre, aunque es posible que se produzcan aplazamientos dadas las dificultades de convencer a Damasco y a los rebeldes de las posibilidades de éxito de la cumbre.
Este mismo lunes, Al Assad ha indicado que por el momento no se ha fijado ninguna fecha, al tiempo que ha advertido de que "los factores actuales no ayudan en establecerla".
El ministro de Información de Siria, Omran al Zubi, anunció el domingo que el Gobierno acudiría a la conferencia sin condiciones previas, aunque incidió en que eso no significaría que fuese a negociar "con terroristas".
Desde que comenzó la guerra civil en Siria, en marzo de 2011, más de 110.000 personas han muerto a causa de los combates y más de seis millones de personas, incluido un millón de niños, se han visto obligadas a abandonar sus hogares.