El suceso conmocionó al barrio, ya que fueron muchos los vecinos que presenciaron los hechos porque el agresor disparó “sin ton ni son” a la gente y no hirió a más personas gracias a que un vecino logró arrebatarle el arma.
El suceso ocurrió sobre las seis de la tarde cuando el joven salió de su casa armado con una escopeta de cañones recortados y la emprendió a tiros. Vestía un mono azul.
Frente al parque de esa calle, se acercó a una anciana de 72 años que caminaba con su marido en dirección a la parada de guagua y le disparó en la cabeza. La víctima cayó al suelo desplomada.
La mujer resultó gravemente herida y tras ser estabilizada por la dotación de una ambulancia del Servicio de Urgencias Canario, fue trasladada en estado crítico al cercano Hospital Doctor Negrín.