La atención a las personas que solicitan ayuda a las organizaciones humanitarias porque están pasando momentos económicos complicados no ha cesado este verano y, aunque se han mantenido las atenciones, el ritmo ha sido menor. Ahora se retoma porque las organizaciones coinciden en que no se avistan mejores tiempos hasta final de año.
La Fundación Banco de Alimentos de Jaén ha repartido este verano cerca de medio millón de kilos de alimentos y tras el parón de agosto en el almacén, ahora ultiman la distribución de nuevas partidas. Atienden a más de 42.000 personas en la provincia a través de más de 130 instituciones.
El director de Cáritas Diocesana, Rafael López-Sidro, asegura que “sigue habiendo personas a primera hora de la mañana esperando que se abran las puertas para llevarse alimentos y ropa”. En agosto han abierto dos días y desde esta semana han vuelto ha pleno rendimiento, abriendo de lunes a jueves. “Siempre hay gente con necesidad”, puntualiza. Y no sólo necesitan una bolsa de alimentos, sino que cada vez suponen un gasto por persona mayor para Cáritas Diocesana, ya que se le añade el recibo del alquiler, la luz, el agua, la hipoteca...
“Este verano ha sido igual que el de años anteriores en número de atenciones. No han descendido y las familias cada vez necesitan más. Seguirá habiendo personas con problemas hasta final de año”, asegura López-Sidro. En la capital Cáritas atiende a más de 10.000 personas.
En el comedor de la parroquia de Belén y San Roque atendieron en el mes de julio a un total de 1.902 personas. Durante el mes de agosto, las instalaciones han permanecido cerradas aunque se han entregado alimentos a quienes han llegado pidiéndolos. El 2 de septiembre volvieron los voluntarios y cada día se ha dado una media de entre 40 y 50 comidas.
Con la vuelta al colegio las familias también piden material y ropa para los más pequeños de la casa.
