La directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Soledad Ruiz, ha inaugurado este martes en Almería los IX Seminarios Provinciales de Mujeres Asociadas que cada año organiza el IAM dentro de su programa Asocia con el objetivo de intercambiar conocimientos y experiencias entre las federaciones y asociaciones de mujeres y que este año lleva como temática el 'Movimiento asociativo de mujeres como dinamizador del mercado laboral'.
De este modo, ante la crisis económica y la repercusión de la misma y de la reforma laboral en la precariedad laboral de las mujeres, el IAM ofrecerá con estos seminarios estrategias y recursos al tejido asociativo andaluz para que éste acerque los mismos a las mujeres de sus territorios y municipios de acción, convirtiéndose así en un agente dinamizador del mercado laboral andaluz.
Los encuentros, que se celebran durante este mes en las ocho provincias andaluzas, prevén llegar a más de 1.200 mujeres asociadas, unas 150 en la provincia de Almería. Desde su puesta en marcha en 2005, los encuentros han permitido formar a 7.396 personas en toda Andalucía, 1.111 en Almería, que lidera el ránking de provincias en participación.
Según ha explicado Ruiz durante el acto inaugural, las federaciones y asociaciones tienen "la responsabilidad" de colaborar con las administraciones en acercar a las mujeres de su ámbito de influencia todas las estrategias de búsqueda de empleo y emprendimiento, tanto las tradicionales como las nuevas vías tecnológicas, de modo que exista una mayor sinergia en los esfuerzos y, como consecuencia, mayores probabilidades de éxito.
Asimismo, ha insistido en la necesidad de que desde el asociacionismo se trabaje en la defensa de los derechos ya conseguidos, "muchos de ellos ya desaparecidos o en peligro con las reformas emprendidas bajo la excusa de la austeridad".
Ruiz ha hecho un repaso a la evolución del mercado laboral, al recordar que, aunque la destrucción de empleo durante la crisis ha incidido con más intensidad entre los varones, ello se debe a su mayor tasa de empleo, que aún se sitúa muy por delante de la tasa femenina con un 50,2 por ciento frente al 40,2 por ciento en 2012, así como al mayor peso relativo de los varones en las ramas de actividad más castigadas por la crisis como la construcción.
Pese a ello, la extensión de la crisis al resto de sectores, unido a la ya existente brecha de género estructural previa a la crisis con empleos más precarios, más jornadas a tiempo parcial y menores salarios en las mujeres, ha llevado a un aumento de los efectos negativos en el empleo femenino.
Todo ello, según ha apuntado Ruiz, se ha visto "magnificado" a causa de los recortes en políticas sociales, cuyas consecuencias recaen de forma mucho más significativa entre las mujeres. En este sentido, ha enumerado medidas ya emprendidas como los recortes en las ayudas a la dependencia, en la cobertura de escuelas infantiles o de comedores, los recortes presupuestarios en igualdad y violencia de género, la imposición de las tasas judiciales o el anteproyecto de Ley para la racionalización y sostenibilidad de la administración local.
REFORMA LABORAL
La directora del IAM ha hecho hincapié en la propia reforma laboral, que ha permitido que las empresas puedan modificar unilateralmente condiciones de trabajo como la duración de la jornada, la retribución o inaplicabilidad de lo establecido en convenio colectivo.
Asimismo, la reforma ha empeorado sustancialmente las condiciones de las jornadas a tiempo parcial, que afectan fundamentalmente a las mujeres, que acaparan el 86 por ciento de estas contrataciones, y ha permitido el llamado "descuelgue" de la negociación colectiva, que hasta ahora garantizaban cláusulas de igualdad.
Estas medidas, según ha insistido, aumentan el "riesgo de feminización de la pobreza", tal y como advierten los servicios sociales, que están detectando en los últimos años un progresivo aumento de las mujeres sin techo y una consolidación de la mujer como principal preceptora de las pensiones asistenciales.
Como contrapartida, Ruiz ha destacado que en esta crisis "se ha observado un nuevo fenómeno: la notable incorporación de más mujeres al mercado de trabajo en busca de empleo".
Así, según el informe 'España: La crisis económica y sus efectos en el empleo', entre 2008 y 2012 se han incorporado 1,2 millones de mujeres al mercado de trabajo, sobre todo de edades comprendidas entre los 35 y 59 años, a causa fundamentalmente de la progresiva reducción de los ingresos de los hogares. "Esas mujeres deben contar con un apoyo, no sólo institucional, sino también de un tejido asociativo dinamizador que les ayude y oriente", ha subrayado.