Aunque era una muerte deportiva anunciada, el dolor no es menor cuando el óbito se produce finalmente. Y se produjo el sábado por la noche. Con nocturnidad y alevosía. Sin analgésicos que aliviasen el tremendo dolor. Al contrario, con gestos que hacen que ese dolor se acentuase aún más si cabe. El doctor que llegó para salvar al equipo, es decir Carlos Ríos, tras la nefasta gestión del anterior, Esteban Vigo, no pudo estar más desafortunado a la hora del final. Sacar a dos chavales juveniles en los últimos minutos no es de recibo, no tiene calificativo. Que el marrón se lo coman los que han emborronado deportivamente la página número 65 de la historia de este Xerez que nació el 24 de septiembre de 1947. Lo de Carlos Ríos no tiene explicación alguna. Tampoco la tiene que un equipo, como este Xerez, lleve veinticinco jornadas consecutivas sin ganar. O sí la tiene. Porque la manera que el Córdoba metió el primero, el segundo o el tercer gol no fue sino una repetición de las jugadas que se han ido produciendo a lo largo de la temporada y a las que nadie ha puesto remedio. Ha faltado intensidad, carácter, raza, ganas, corazón azul para jugar en situaciones límites. El Xerez ha sido un blandengue de la vida, la mayoría de las veces una banda desorganizada, y así le ha ido. Tampoco desde el banco se han puesto remedios y menos, mucho menos, desde los despachos, ya que desde ellos solo se ha ido contemplando la lenta agonía sin que se haya puesto, en momento, alguno medios para evitarla. No había dinero, pero cuando un familiar se muere se busca debajo de las piedras para salvar su vida y en el Xerez no se ha buscado absolutamente nada. Se le ha dejado descender de la forma más vil posible. ¿Culpables? Todos. Comenzando por Joaquín Morales que si vio que no era capaz de sacar esto adelante se debería haber ido. Debería haberse ido cuando el concurso acabó. O cuando el equipo entró en concurso. Un concurso del que habrá que seguir hablando, porque ha sido lamentable a pesar de los números, el papel lo aguanta absolutamente todo, que se van a presentar en la junta general de accionistas del próximo día 14. Pero obviamente los concursales no son los principales culpables, tienen la culpa que tienen y punto. Como la culpa de este desastre no deportivo, pero sí económico que acompaña al club en su descenso la tiene quien le dio la SAD completamente gratis a Luis Oliver en el año 1998. Ahí empezaron los desmanes administrativos que han terminado desembocando en una muerte deportiva y no se sabe si también institucional, aunque no a nivel de sentimientos, porque el xerecismo nunca morirá.
Y para que la sociedad anónima deportiva no muera, qué es lo que hay que hacer. ¿Qué futuro espera? ¿Es el fin del fin o hay alternativas?. ¿A partir de ahora, qué?. Esa es la gran pregunta que nadie, de momento, sabe o puede contestar. Puede contestarla Joaquín Morales, pero o no no quiere o no sabe. El empresario nazareno tiene ahora mismo la sartén por el mango y sus movimientos son los que terminarán decidiendo en un par de meses, que se presumen de auténtica incertidumbre, el futuro más inmediato del Xerez Club Deportivo como entidad deportiva. Ya se sabe que se va a jugar en Segunda B, pero no se sabe si se podrá comenzar la temporada. Tampoco se conoce si finalmente habrá o no acuerdo con Energy o si desde Dos Hermanas se prepara alguna sorpresa inesperada, aunque es poco probable porque mientras que exista el litigio con Energy será difícil que nadie se avenga a entrar en el accionariado y menos con las condiciones que pide Morales a la hora de salvaguardar sus responsabilidades. Son demasiadas interrogantes que en estos momentos no tienen respuestas, aunque vamos intentar explicar cuál es la situación real del Xerez, más allá de quienes sean los que tomen el timón en un tiempo más o menos cercano.
El tema del embargo de Hacienda se plantea como esencial en el futuro del club. Si no se desbloquea lo de la Agencia Tributaria la única solución es aportar dinero para pagar a la plantilla. ¿Y quién aporta como están los tiempos un millón de euros para salvar el descenso a Tercera? Dicen que mañana podría existir alguna novedad en el tema de Hacienda, un asunto que lleva excesivo tiempo enquistado y que no se logra salvar, aunque la figura de Tebas siempre es alargada y el oscense no parece que quiera la desaparición del club. En Tebas, el nuevo presidente de la LFP y abogado del concurso e impulsor del convenio con los acreedores, están depositadas muchas expectativas. Otra cosa será que se cumplan o no se cumplan. Sin desbloquear lo de Hacienda parece improbable que la sociedad pueda continuar.
Si se desbloquea lo de Hacienda será una medida circunstancial que permitirá pagar a la plantilla y mantener deportivamente la categoría. Hacienda se quedaría, no obstante, con el dinero por el descenso que le corresponde al club, por lo que se empezaría con cero euros a hacer una plantilla en Segunda División B que tendrá la obligación, no se olvide ello, de ascender en un par de años como máximo. Todo ello sabiendo que a Hacienda habrá que seguir pagándole y también a la Seguridad Social si no se quieren más bloqueos de dinero, que de todas maneras serían escasos en Segunda B. Se tratarían de ingresos por taquillas y abonos. ¿Y cuántos abonos se podrán hacer si siguen Morales y los suyos o llegan nuevas gentes que no tienen el visto bueno de los aficionados?.
Y subrayo lo de que hay que ascender en dos años, porque el pago a los acreedores, con el descenso a Segunda B, tiene dos años de cadencia y a partir del tercer año ya hay que pagar el convenio y en Segunda B eso es imposible. Pero, con todo, la situación no sería nada fácil en un supuesto retorno a Segunda División. Habría que comenzar a pagar el convenio, pero es que además el dinero que se da por el descenso, se habla de un millón y medio de euros, se tiene que reembolsar nuevamente en las arcas de la Liga, por lo que ya arrancas con unos ingresos de menos para hacer frente a la temporada del retorno al fútbol profesional.
No sé si todos estos datos de un futuro más o menos mediato lo tienen asumidos los que pretendan dirigir al Xerez Deportivo. Es decir que no solo hay que pensar en el presente sino en el futuro. No vaya a ser que pensando en el presente lo único que se haga es aplazar la muerte de la sociedad y que en lugar de que desaparezca ahora lo haga dentro de un año o dos.
No quiero con esto escribir que apueste por la refundación, porque siempre he sido claro en este tema y he apostado por la continuidad del Xerez Club Deportivo, pero las cosas que hay que dejarlas claras. No sé cuáles serán los pasos que se van a dar de aquí en adelante, porque, reitero, si alguien lo sabe debe ser Morales y, de momento, no mueve ficha aunque sería interesante que se presentase en Jerez y diese una rueda de prensa para clarificar lo que pueda clarificar.
Lo que parece medianamente claro es que este Xerez CD, como institución que no como sentimiento, únicamente tiene futuro si alguien llega e inyecta una cantidad muy importante de dinero, pero alguien que llegue con las manos limpias y sabiendo perfectamente dónde se mete y en qué condiciones se encuentra la sociedad. Hay que hacer una ampliación de capital y hay que intentar hacer un proyecto real, sobre unas bases reales de ingresos y gastos, sabiendo también en las condiciones económicas que se encuentra la ciudad. Todo lo que no sea inyectar dinero es dar oxígeno para unos cuantos meses más, sabiendo que la muerte de la institución está ahí. Ya no solo hace falta gestionar, que también, sino poner dinero y de momento aquí no viene nadie a poner. La afición quiere saber lo que va a pasar y este club necesita claridad.
Alguien tiene que salir a dar la cara, lo lógico es que sea el máximo accionista, y resolver todas las interrogantes que aquí y ahora planteo, y que son las que plantea el xerecismo.
Jerez
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