La Audiencia de Málaga tiene previsto juzgar este miércoles, 20 de marzo, a un hombre acusado de, presuntamente, dar cuatro puñaladas a otro tras una discusión en el transcurso de una reunión entre amigos, en la que consumieron drogas y alcohol. También se sentará en el banquillo otro acusado de incitar a la agresión. El fiscal solicita cinco años de cárcel para el primero y tres años para el segundo.
Los hechos sucedieron en junio del pasado año. Según el escrito provisional del ministerio público, al que ha tenido acceso Europa Press, la discusión se inició en la reunión de amigos en la casa del segundo de los acusados, donde todos "consumieron abundantes bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes". La pelea fue por la negativa de la víctima a irse, aunque se lo había pedido el dueño.
Esta situación provocó una discusión y agresiones verbales mutuas entre ellos. Según dice el fiscal, una vez que el perjudicado fue expulsado a la fuerza, el primer acusado le persiguió por la calle, le alcanzó y "le propinó cuatro puñaladas a la altura del torso y del cuello", aunque la víctima se levantó herido y fue hasta el portal donde vivía un familiar, en el que apareció la Policía.
El acusado se dio a la fuga y se deshizo del cuchillo utilizado, presentándose al día siguiente por la mañana de forma voluntaria en la Comisaría. Por esto, se le acusa de un delito de homicidio en grado de tentativa y se pide una condena a cinco años de prisión y prohibición de contactar o aproximarse con el otro durante seis años, además del pago de una indemnización.
Según el fiscal, el segundo acusado presenciaba la supuesta agresión en la puerta de su casa, esgrimiendo una catana "con el fin de incitar" al otro a cometerla, de forma que le gritaba: "toma, dale con esto, atraviésalo con el sable, mátalo". Por esto, se le acusa de provocación para cometer delito de homicidio y se pide una pena de tres años de prisión y alejamiento por cuatro años.
La víctima sufrió varias lesiones en la zona costal y precisó varias asistencias médicas y un tratamiento quirúrgico, invirtiendo en curar 80 días, todos ellos impedido de sus obligaciones. Además, sufre, como secuela, un cuadro de ansiedad y labilidad emocional, trastorno por estrés postraumático y varias cicatrices, por lo que se pide que se le indemnice con 3.000 euros.
