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Miércoles 13/11/2024
 
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Almería

Condenado a 16 años de cárcel por malos tratos y violaciones a su compañera sentimental

El tribunal destaca que el acusado "degradó y menoscabó gravemente su dignidad como mujer"

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La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a penas que suman 16 años de prisión a un acusado de someter a su compañera sentimental a "continuas" agresiones físicas y a "todo tipo de humillaciones y vejaciones que menoscabaron gravemente su dignidad como mujer" a lo largo de un año de relación durante la cual la violó en, al menos, cuatro ocasiones.

   El tribunal de la Sección Tercera subraya en la sentencia, recogida por Europa Press, que F.M.C.S. propinó a su pareja a malos tratos que trascienden "el ámbito meramente corporal" e "inciden de lleno en la dignidad y autoestima de la persona, degradándola", y remarca que la víctima sufre como consencuencia un "trastorno grave ansioso-depresivo con baja autoestima, pesimismo, tendencia al llanto y miedo".

   La resolución considera al acusado autor de un delito continuado de violación, por el que le condena a diez años y seis meses de prisión, de un delito de malos tratos habituales en el ámbito de la violencia contra la mujer, por el que le impone la pena un año y nueve meses de cárcel, y de un delito de malos tratos, por el que le condena a nueve meses de prisión.

   El fallo le impone, asimismo, 27 meses de cárcel por tres delitos de malos tratos, y nueve meses y un día por un delito de amenazas. F.M.C.S., con antecedentes penales por los que se le aplicado la agravante de reincidencia además de la agravante mixta de parentesco, deberá indemnizar a su excompañera con 30.180 euros.

   Según recoge la sentencia, el acusado inició una relación con la víctima en el verano de 2010 y, a partir de diciembre de ese año y hasta que ella terminó la convivencia, la sometió a "continúas agresiones, ofensas y menosprecios reiterados" que "menoscabaron gravemente su dignidad como mujer", casi siempre, en el domicilio que ambos compartían. También le impidió también, tener teléfono móvil y relacionarse con otras personas, "todo ello --añade-- con la finalidad de ejercitar dominio y control sobre ella".

   Desgrana cuatro episodios de violencia, tres de ellos a raíz de la que la víctima se negase a darle dinero bien para comprar cocaína y marihuana, droga que F.M.C.S. consumía "esporádicamente", bien para entregar su expareja. En el transcurso de los ataques, le propinó "puñetazos y mordiscos en la mandíbula", "patadas en el vientre", y, en una ocasión, la arrojó de un coche tras "romperle la ropa". También le golpeó con una piedra en el brazo.

   El tribunal considera probado, asimismo, que F.M.C.S. obligó a su compañera a mantener relaciones sexuales pese a su "resistencia y total oposición" y destaca que ella no pudo impedir que "lograse satisfacer sus deseos libidinosos" debido a la "actitud agresiva del sujeto, que le propinaban manotazos, tirones de pelo y empujones de gran entidad".

   "El acusado la golpeaba si se negaba a hacerlo, conminación que la víctima asumió como lago real e inminente ya que el contexto habitual era el de frecuentes agresiones", ahonda el fallo, que indica que ella no relató estos episodios hasta la ampliación de denuncia en el juzgado "ante la percepción errónea de los abusos sexuales en el seno de la pareja no son delito, extendida en determinadas capas sociales en el que ciertas mujeres no son consientes plenamente de su derecho a la libre autodeterminación en el ámbito de su sexualidad".
AMENAZAS DE MUERTE

   Según señala la sentencia, la víctima le dijo al acusado que "ya no quería estar con él" y que "quería irse" después de que él intentase nuevamente forzarla a mantener relaciones. F.M.C.S. le amenazó diciéndole: "vete si quieres, pero como te pille te mató", lo que causó el lógico temor en ella, que decidió ir al cuartel de la Guardia Civil.

   Finalmente, y al encontrarse el puesto cerrado, la mujer contó lo sucedido a una patrulla que le acompañó hasta un centro de salud y después a interponer denuncia. Como consecuencia de las dos últimas agresiones que sufrió, tenía contusión en la mandíbula, muslo y escápula izquierda, así como un cuadro ansioso.

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