El incendio declarado el pasado sábado en una finca de aguacates junto al barranco del Zafío de Salobreña (Granada) ha arrasado más de dos hectáreas de terreno agrícola y forestal y todo apunta a una quema de rastrojos autorizada como origen de las llamas, las cuales se descontrolaron a causa del viento.
Ésta es la hipótesis que baraja el Ayuntamiento de Salobreña después de que este lunes se haya iniciado la fase de investigación para determinar las causas del incendio, que se dio por extinguido en la tarde del domingo.
El 40 por ciento de la superficie quemada ha sido forestal y el resto agrícola, lo que "supone una importante pérdida desde el punto de vista medioambiental" además de las vidas que han estado "en juego" por este fuego, que requirió la presencia de unos 50 efectivos del Infoca.
Por ello, la concejal de Seguridad en el Ayuntamiento de Salobreña, María del Carmen Callejón, ha llamado a la responsabilidad a la hora de quemar rastrojos o restos de poda a fin de evitar que se repitan estas situaciones.
Según ha relatado en una nota, los momentos más angustiosos se vivieron a primeras horas del domingo, cuando se llegó a temer que las llamas alcanzaran las urbanizaciones de Costa Aguilera o incluso el hotel que se encuentra en las inmediaciones. Como medida de precaución se desalojaron cuatro cortijos que se encontraban en la zona, aunque sólo dos personas se encontraban en su interior y pudieron regresar a sus hogares sobre las doce del mediodía.
El Infoca desplegó dos retenes, una brigada de especialistas de refuerzo, un vehículo autobomba, un técnico de campo y un helicóptero, si bien éste dejó de utilizarse antes incluso de que el fuego pasase a su última fase.
También participaron en la extinción los Bomberos de Motril y de Almuñécar, así como el retén de Salobreña, además de Guardia Civil, Policía Local y Protección Civil de Salobreña y los servicios sanitarios.
