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Viernes 15/11/2024
 

El Puerto

El que da primero, da dos veces

El San Roque, que se mostró superior y que con un juego directo, complicó la vida a un Racing que dio la cara pero sin suerte. Beato recayó de la lesión y tuvo que ser sustituido a los 19 minutos.

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  • Tropiezo en el Manolo Mesa, ante un rival que dio pocas opciones. -

Primera derrota de 2013 (2-1). El Racing Portuense cayó derrotado en su visita al Manolo Mesa, ante un CD San Roque que en buena parte del choque se erigió en dominador y complicó muy mucho al equipo portuense. Bien es cierto que en la derrota pocos motivos hay para poder recriminar en cuanto actitud y derroche físico se refiere.

Predisposición 100%. Los locales confirmaron el excelente estado en el que se encuentran y demostraron el porqué de su clasificación. Juego alegre, descarado, directo y ofensivo. Yiyi, técnico campogibraltareño, tenía la cartilla leída. Éste sabía como neutralizar el juego rojiblanco y utilizó pronto sus armas. No quiso esperar.

Presión asfixiante a la defensa visitante que maniató su salida, complicando en la entrega con imprecisiones que costaron más de un susto. Precisamente, el empuje encontró su premio al presionar, al límite de la falta, a un Bajic confiado al que le robaron la cartera y donde Dani Hoyos en carrera, el más listo de la clase, puso por delante a un motivado San Roque.

Eso era el minuto 7’. Mucho había aún por decidir, pero la intimidación desarmaba a un voluntarioso Racing que caía una y otra vez en las redes locales.

Con ritmo, intensidad y orden bastaron para incomodar de lo lindo el portal de Ismael. Y como las desgracias no vienen solas, a los 20 minutos, Sergio Beato debía ser sustituido por lesión. El jerezano, que llegó al choque al límite de facultades, debió ser cambiado por Pedrito. Nuevo contratiempo en el peor momento posible. Las lesiones siguen siendo la cruz y el calvario de un equipo que no termina de aligerar carga en la enfermería.

El martirio empezó a bajar de intensidad y el pistón comenzó a disminuir a la media hora de juego, nivelándose las fuerzas.

La primera llegada foránea la firmó Silveira, que puso en aprietos al entonces desapercibido Borja, portero local. Acto seguido, minuto 36’, era Raúl López, de cabeza, el que lo intentaba de cabeza con toda la intención del mundo, lamiendo el larguero en su testarazo.

Duró poco la alegría

Tras el descanso, el que no pudo comenzar de la mejor forma fue para el Racing Portuense, que salió dispuesto a combatir y complicarle la victoria parcial a los de Yiyi. En el 49’, Rafi Cruz, remataba a placer en boca de gol, tras una dejada magistral de Diego Galiano, de cabeza. La jugada se inició tras un centro del canterano Rober, que puso en bandeja un balón al capitán racinguista. Asistencia de 10.

El gol espoleó a los portuenses que se creyeron que el San Roque no era tan fiero como había pintado en los primeros 45 minutos. Decidido y convincente, plasmaron los mejores minutos sobre un pesado césped, al que la lluvia de los últimos días, había pasado factura.

La alegría duró lo que tardó en montar el San Roque una nueva contra. A la salida de un córner, el central Jhony, remató al primer palo un balón a media altura. Un minuto antes, Manuel, auténtico puñal ofensivo, mandó un balón al travesaño. El gozo a un pozo. Jarro de agua fría para los de Mere en su intento de remontada. Explosión y júbilo en el coqueto estadio y desolación en las caras desencajadas de los rojiblancos.

El gol supuso un duro golpe difícil de encajar. A partir de entonces, mucho querer y pocas ocasiones que destacar. Ni las mejores intenciones bastaron para llegar con cierto peligro. Eso sí, Bajic, en su intención de arreglar el desaguisado inicial, tuvo en su cabeza el 2-2. Borja se estiró y neutralizó la mejor ocasión, hasta entonces, de la segunda mitad.

Con todo ya perdido y en los últimos minutos, la insistencia de los de Mere no obtuvieron el premio esperado al esfuerzo ofrecido. Con todo el arsenal arriba y con Manzano como único hombre de cierre, Rober en el 93’ y tras un pase de la muerte, tuvo en sus botas el empate. Con la desesperación y el chasco de marrar la última bala, el choque murió.

El San Roque sumó tres puntos que lo meten de lleno en posiciones altas y un Racing Portuense, que se fajó como nunca pero que no encontró premio al derroche físico y esfuerzo realizado.

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