Una jueza militar ha ordenado reducir en 112 días cualquier sentencia que se dicte en un futuro contra el soldado estadounidense que está siendo juzgado por filtrar miles de documentos clasificados a Wikileaks, Bradley Manning, como compensación por haber sido maltratado durante su detención.
La coronel Denise Lind, que preside el tribunal militar, ha dictaminado este martes, durante la audiencia previa a la celebración del juicio, que cualquier sentencia que se dicte contra Manning debe ser reducida en 112 días, como compensación al trato recibido durante su detención en la prisión militar de Quantico, en Virginia.
Entre el 29 de julio de 2010 y el 20 de abril de 2011, Manning estuvo confinado en solitario en una celda de 4,46 metros cuadrados para prevenir que se suicidara o autolesionara. El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha reconocido que era obligado a dormir desnudo y que se le despertaba repentinamente.
En concreto, Lind ha ordenado reducir siete días por el tiempo que pasó detenido bajo un régimen para evitar su suicidio, a pesar de que los psiquiatras lo habían desaconsejado; 75 días por su sometimiento a un régimen para evitar autolesiones, también en contra de la opinión médica; 20 días por el periodo que pasó desnudo; y 10 días por reducir a 20 los 60 minutos diarios de recreo.
La decisión judicial se basa en el artículo 13 del Código de Justicia Militar, que permite reducir la sentencia condenatoria e incluso absolver a los acusados que hayan sido maltratados durante su estancia en prisión preventiva, en base a la presunción de inocencia.
A pesar de que el dictamen de Lind supone una victoria judicial para Manning, queda lejos de las aspiraciones de la defensa que había solicitado la absolución de todos los cargos o una reducción de cualquier condena de hasta siete años.
Sin embargo, Lind ha argumentado que la absolución debe aplicarse solamente a los casos más graves, considerando que los cargos presentados contra Manning solamente son graves, por lo que "no hay razón para desestimarlos".
Manning está acusado de 22 cargos, entre ellos revelación de secretos de Estado y ayudar al enemigo, por entregar a Wikileaks cientos de miles de documentos clasificados sobre las guerras de Irak y Afganistán, por los que podría enfrentarse a una cadena perpetua.
Además, Lind ha rechazado que el maltrato fuera intencionado, tal y como argumenta la defensa, considerando que fue consecuencia de la voluntad de las autoridades militares de garantizar la seguridad de Manning durante su estancia en prisión preventiva.
La jueza militar también ha rechazado las acusaciones de tortura formuladas por el relator especial de Naciones Unidas Juan Méndez y por el congresista estadounidense Dennis Kucinich, al serles denegada la solicitud para visitar a Mannig en Quantico.
Tras el dictamen de Lind, ahora la batalla judicial se centra en los cargos. Según el diario británico 'The Guardian', la defensa pretende llegar a un acuerdo con la Fiscalía para que retire el cargo de ayudar al enemigo, por el que podría ser condenado a cadena perpetua sin posibilidad de reducción, a cambio de declararse culpable de los restantes.