La psiquiatra que atendió en primer lugar, tras lo sucedido, a la acusada de asesinar a sus dos hijos, de tres y once años, en el barrio jiennense de La Alcantarilla en septiembre de 2011, ha afirmado este martes que Ruth B.V. estaba "plenamente consciente" en el transcurso de los hechos, cuando supuestamente acabó con la vida de ambos niños, si bien "decidió en todo momento lo que quería hacer y llevaba tiempo pensándolo".
En la tercera sesión del juicio con jurado popular --compuesto por cinco hombres y cuatro mujeres-- que acoge la Sección Segunda de la Audiencia, dicha psiquiatra ha señalado, no obstante, que en sus actos pudo influir "la idea que tenía de cómo tenía que ejercer la maternidad", puesto que siempre manifestó, a los diferentes especialistas, que "los había matado porque no quería que sufrieran y pasaran por lo que ella con una madre con trastornos mentales".
Asimismo, la primera psiquiatra que trató a la procesada ha manifestado que "su estado anímico y depresivo podría condicionar la idea de que solo ella tenía que hacerse cargo de sus hijos", a pesar de ella, ha incidido en que "sorprendía la tranquilidad" que mostró, relatando los hechos "tal cuál había sucedido", estando "consciente y orientada". Además, la especialista ha confesado que pensó "cómo era posible que la acusada pensase que la mejor manera de ejercer la maternidad era cometer este tipo de actos".
Del mismo modo, se ha referido a que "el estado depresivo no tiene por qué conllevar matar a sus hijos", pues debe tenerse también en cuenta "los rasgos de la personalidad, que tienen que ver, a su vez, con su biografía". A esto, ha agregado que para ella es "una irresponsabilidad" haber abandonado el tratamiento antidepresivo. Finalmente, ha indicado que Ruth B.V. "era consciente y podía decidir lo que hacer".
Por su parte, los médicos forenses que han revisado todos los informes psiquiátricos han explicado que la procesada presentaba "depresión mayor y trastorno de la personalidad dependiente", si bien "no llegó a diagnosticársele un trastorno bipolar". Según han aseverado, "era plenamente consciente de los delitos que había cometido, que eran castigados con una pena y que debía sufrir el castigo".
Al hilo, han mencionado que "paró su acción entre el primero y el segundo niño, pero decidió continuar porque no podía explicar al mayor lo que había hecho", de la misma forma que paró lo que tenía previsto hacer "el día anterior". Así, han detallado que su capacidad cognitiva estaba "perfecta", aunque la volitiva "parcialmente alterada", conclusión a la que han llegado tras "consultarlo con muchos forenses".
"IRRELEVANTE ESTADO ACTUAL"
Según han continuado, "la acusada tiene una enfermedad mental, de ello no hay ninguna duda, aunque es irrelevante su estado actual". Sin embargo, "lo relevante es su estado cuatro horas después del suceso, cuando dijo cómo lo había programado y que tenía que sufrir un castigo". De hecho, "se sentía arrepentida pero aliviada porque sus hijos no iba a sufrir lo que ella", como se ha encargado de decir de manera reiterada.
"Se veía incapaz de cuidar a sus hijos, decía que se reían de su hijo menor y que lo miraban mal cuando vomitaba en el colegio". Según ha precisado el perito, con esa idea, que "no es real, para ella la única forma de salvarlos era matarlos", según aseguró la procesada.
De su lado, la psiquiatra que trató a Ruth B.V. desde 2008 en adelante, ha expresado que presentaba una "depresión melancólica grave en un principio". Esto es, "bloqueo mental, sensación de embotamiento, y dificultad para llorar por una historia familiar de trastorno afectivo". No obstante, "sabía que tenía que seguir el tratamiento estrictamente, pues conocía los riesgos que había si lo dejaba".
En total, según esta profesional, tuvo "dos episodios de depresión recurrente grave con melancolía y un probable trastorno bipolar". Preguntada por la posibilidad de si dado su estado podía llegar a matar, ha respondido que "era probable". Así las cosas, un miembro del jurado popular le ha preguntado que si presentaba el trastorno bipolar "por qué no llegó a recibir tratamiento por ello".
Por su parte, el psiquiatra que la atendió en el módulo de seguridad del Hospital ha indicado que "intentó suicidarse cuando fue al baño con los pantalones de un pijama", si bien era "muy alta la posibilidad de suicidio, como lo es a día de hoy", ha apuntado. La psicóloga que se encontraba en el mismo centro ha señalado que su capacidad cognitiva estaba "perfecta", mientras que la volitiva "afectada, pero no anulada". Además, ha argumentado que Ruth B.V. "se encontraba mal, como podía observarse por su aspecto físico, estando poco aseada".
Asimismo, la autopsia ha revelado que los niños murieron asfixiados, "tapándoles la nariz y la boca", aunque al mayor "también le oprimió la cabeza con las manos, lo que le provocó una hemorragia en la cabeza y el cuello". Ninguno de los dos presentaban "signos de defensa". La acusada, según los forenses, "buscaba dormirlos con la mezcla de pastillas para impedir que se defendieran". "Perdieron el conocimiento y con ello la posibilidad de defenderse".
CALIFICACIONES
De esta manera, la Fiscalía ha elevado a definitiva su calificación, considerando que Ruth B.V. es la asesina de sus dos hijos, por lo que pide una pena de 34 años de prisión, teniendo presente la atenuante por la alteración parcial de su capacidad volitiva. La fiscal ha visto un acto "premeditado" para acabar con las vidas de los menores, pues "esperó a que su marido se fuera para asegurar la muerte" e "inició el acto el día de antes", día en que finalmente "no tuvo valor" para continuar. Además, ha hecho hincapié en que "le s dio pastillas para dormirlos y más tarde matarlos".
La acusación particular, por su parte, exige 40 años de prisión por los dos asesinatos, si bien no contempla la atenuante del Ministerio Fiscal, toda vez que "el psiquiatra de urgencias dijo que era plenamente consciente de lo que hacía, pudiendo haber parado su acción". Así, ha recordado que los forenses han manifestado que "da igual la patología que presenta ahora, ya que lo importante es cómo estaba en el momento de los hechos, siendo plenamente consciente de que estaba cometiendo un delito". "Sabía cómo podía dormir a sus hijos para luego matarlos a su merced".
En el caso del letrado de la defensa, éste ve conveniente la petición de cinco años de prisión por cada uno de los que considera homicidios, puesto que cree que su cliente "no había premeditado" el hecho de acabar con sus vidas y tiene presente su "estado mental", el cuál "le llevó a cometer los hechos".
Por último, Ruth B.V. ha querido expresar las últimas palabras de la vista oral alegando que "le han dicho y ratificado muchos médicos y psiquiatras que ella hizo eso con sus hijos". "Si me quieren creen que me crean o hagan lo que ustedes vean", pero "si estoy donde estoy no estoy en mis cabales". "Aquellos que me conocen, me quieran o no me quieran, ¿me pueden demostrar que yo haya maltratado o haya sido una mala madre?". "Que cada uno opine o diga lo que quiera", ha concluido.