Los comercios regentados por empresarios chinos del polígono industrial Cobo Calleja, en Fuenlabrada, han cerrado sus naves este sábado para simbolizar su rechazo a la corrupción y el blanqueo de capitales y para protestar por las consecuencias que en sus negocios está teniendo la mala imagen que ha dejado la 'operación Emperador'.
Durante toda la mañana el polígono ha estado totalmente vacío y sólo se han visto algunos compradores que habían ido a realizar compras y que se han encontrado con los negocios cerrados.
En declaraciones a Europa Press, un empresario chino que ha acudido al polígono ha reconocido que el negocio "está muerto". "No hay clientes, no hay nada y casi todo por la Operación Emperador", ha explicado. Según este empresario, las ventas han bajado entre un 60 y un 70 por ciento. "Los chinos estamos cansados, tenemos problemas también con la crisis", ha afirmado.