La presidenta del PP en Cataluña y candidata a las elecciones autonómicas del 25 de noviembre, Alicia Sánchez Camacho, ha presentado este sábado a los cabeza de lista provinciales, que repiten respecto a los anteriores comicios catalanes tras su "excelente trabajo en el Parlament".
Camacho, cabeza de lista por Barcelona, ha comparecido ante los medios acompañada por Rafael Luna como primer representante del PP por Tarragona, Enric Millo por Girona y Dolors López por Lleida.
La líder del PP catalán ha destacado que las elecciones de noviembre serán "históricas y transcendentales" para el futuro, y que el PP es la alternativa a un Govern de CiU que ha calificado de irresponsable por fomentar la ruptura con el resto de España, y de un PSC que ve desaparecido y roto.
Ha presentado la candidatura del PP como la de la convivencia, la unidad, la salida de la crisis, el sentido común, el diálogo y la responsabilidad, así como la opción del "voto útil".
Ha lamentado que Cataluña "tenía salidas" a la crisis pero el Govern no ha hecho una buena gestión, y ha añadido un problema gravísimo como es querer separar a Cataluña del resto de España.
También ha remarcado que el líder del PSC, Pere Navarro, no ha hablado cuando el exconseller Ernest Maragall ha anunciado que abandona el partido, y no muestra su rechazo a la ruptura con España, por ejemplo, si hubiera acudido a la concentración antiindependentista de Barcelona de este viernes coincidiendo con el Día de la Hispanidad.
Camacho, que sí asistió, ha felicitado a la plataforma organizadora del evento dado su éxito congregando a miles de personas en la plaza Catalunya pese a que era un acto "que no contó con el apoyo del Govern ni de sus medios oficiales".
Preguntada por la concentración a favor del derecho a la autodeterminación que también tuvo lugar este viernes, en dicho caso en plaza Universitat, ha considerado que "demuestra que cuando no tienen el apoyo del Govern, son muy pocos".
Camacho ha insistido en que la prioridad actual es la salida de la crisis y que la concentración antiindependentista del viernes muestra que hay muchos catalanes que también se sienten españoles y que "no quieren preocupaciones que afecten a sus empresas y a la convivencia", para lo que pueden contar con el apoyo del PP.
