El final de los distintos campeonatos ligueros empieza a proclamar y a perfilar la tabla clasificatoria, con equipos que tras muchos meses de competición obtienen los premios tras el sacrificio realizado. La alegría por el trabajo hecho no oculta otras realidades con las que hay que convivir. Otros quebraderos de cabeza que lejos de obtener respuestas, continúa ofreciendo más dudas ante un futuro cuanto menos oscuro e impredecible.
La situación se ha ido alargando en el tiempo; los atrasos en las subvenciones municipales empiezan a dejar de manifiesto el crudo presente ante un futuro comprometido que se avecina para muchos de ellos. Entidades, que lejos de poder cerrar y cuadrar los números de esta campaña, se temen lo peor de cara a la próxima, ante el panorama que se les avecina.
Los problemas económicos empiezan a amontonarse y a dejar patente que la supervivencia de los clubes amateur corren cierto riesgo de desaparición. Sociedades que se mantienen gracias, sobre todo, a los sponsor cada vez con menos presencia, y al dinero que desde el Consistorio ha ido destinando a sufragar con la subvención municipal de años anteriores. El recorte en las ayudas y ahora con la tardanza, se empieza a poner a unos 4.000 deportistas en serio riesgo de poder realizar una actividad deportiva.
