La aprobación de la referida operación de tesorería suscitó un amplio debate sobre la actual situación financiera del Ayuntamiento en el que los grupos de la oposición criticaron el actual nivel de endeudamiento y resaltaron lo que, a su juicio, supone de empeoramiento de tal situación la contratación del nuevo crédito.
Frente a esta postura, el alcalde, Pedro Fernández Montes recordó que se trata de una operación habitual cada año y, tras recordar que el Gobierno socialista redujo de forma sorpresiva del 110 por ciento al 75 por ciento la capacidad legal de endeudamiento de las entidades locales, significó que, pese a ello, Torremolinos sigue manteniéndose entre los municipios con menor endeudamiento, rechazando las críticas recibidas en relación al trámite de contratación, concretamente la ausencia de una subasta formal entre las posibles entidades financieras, “por cuanto hoy resulta ya incluso bastante difícil que muchas entidades suscriban este tipo de operaciones con los ayuntamientos".
En lo que se refiere a la Cuenta General del Ejercicio 2010, los portavoces de IU y PSOE se mostraron también muy críticos con algunos aspectos de la misma, así como su proceso de tramitación, calificando de “ficticios” algunos capítulos de la misma, lo que motivó la respuesta del alcalde, quien recordó que el Equipo de Gobierno ha cumplido estrictamente la normativa legal respecto a la entrega de la oportuna documentación y detalló la escasa dedicación que los grupos de la oposición han prestado al estudio efectivo de la Cuenta General, respecto a la disponibilidad legal de la documentación, pese a su demanda de mayor información sobre la misma.
Pedro Fernández Montes recordó también que la Cuenta General de 2010 se corresponde al Presupuesto elaborado en 2009 y, respecto a algunas de las desviaciones apuntadas por IU y PSOE, afirmó que nadie podía presumir entonces el “brutal descenso del capítulo por ingresos urbanísticos, sobre todo cuando el propio Gobierno español, a través de diversos portavoces, venía asegurando que la crisis estaba ya empezando a ser superada”.
El alcalde rechazó asimismo las críticas respecto a las enajenaciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento, que consideró lógicas y en consonancia con las medidas idénticas llevadas a cabo por la propia Junta de Andalucía a la hora de afrontar los desequilibrios en sus balances presupuestarios.
En este contexto, el primer edil también recordó el “sorpresivo” requerimiento de la Administración central a los ayuntamientos para que devolvieran cantidades ya adelantadas, y por tanto ya gastadas, correspondientes a la participación en los ingresos provenientes del Estado de años anteriores, causando un grave perjuicio a las arcas municipales, cifrado en unos 14 millones de euros.
En relación a una mención expresa del portavoz del PSOE, José Ortíz, sobre la posibilidad de que la Cámara de Cuentas pudiera retener cantidades al Ayuntamiento de Torremolinos por el supuesto retraso en la tramitación de la Cuenta General, el alcalde señaló que dicho organismo acaba de remitir al Ayuntamiento el informe correspondiente a la Cuenta General de 2008, habiendo confirmado que “nuestro Ayuntamiento siempre sale bien parado en estos informes”.
Por otro lado, tras insistir en que “Torremolinos ha hecho sus deberes” en lo que respecta a “tener a punto” la ciudad para seguir manteniendo su liderazgo y competitividad en el ámbito turístico”, Pedro Fernández Montes reconoció que, desgraciadamente, el Equipo de Gobierno no puede decidir respecto al número de turistas o gasto de los mismos, aunque sí hace todo lo que está en su mano, “y al parecer de forma eficaz, a tenor de los resultados electorales”, en lo que se refiere a tener una ciudad limpia, segura, con atractivos turísticos complementarios, etcétera, además de mantener un importante nivel de atención social a los sectores sociales más necesitados.
El primer edil confió en que un cambio de signo político en la Junta de Andalucía el próximo marzo permita definitivamente encarar el desbloqueo que el Gobierno central, y sobre todo la Junta de Andalucía, han venido aplicando al proceso de aprobación del Plan General de Ordenación Urbana, un hecho que calificó de “persecución” y cuyo hipotético fin, a su juicio, redundará en una mejora de la situación que empiece a compensar el fortísimo descenso de los ingresos por actividad urbanística.
Por último, Pedro Fernández Montes anunció que, a tenor de la nueva legislación que pondrá en marcha el nuevo Gobierno de España, el Ayuntamiento de Torremolinos se verá también obligado a estudiar una revisión de las subvenciones que, desde 1995, en relación al Impuesto de Bienes Inmuebles, vienen disfrutando los vecinos empadronados en Torremolinos, que han supuesto la “congelación” de dicho impuesto durante 16 años. “Creo –afirmó el alcalde- que los ciudadanos de Torremolinos entenderán perfectamente la necesidad de adoptar una medida de este tipo, teniendo en cuenta que la acumulación de esa subvención en todos estos años ha supuesto para ellos un beneficio de hasta un 60 por ciento en la incidencia en sus bolsillos del IBI”.
