La Agrupación de Miniaturistas Militares “Comandante Benítez” está compuesta por coleccionistas particulares que, sin ánimo de lucro, proyectan sus conocimientos y estudios sobre la historia militar universal, uniformes, heráldica, distintivos, banderas y estandartes, representadas en miniaturas sin connotaciones belicistas, y entre sus objetivos está difundir entre las generaciones actuales y venideras los acontecimientos en los que el Ejército, que no es otra cosa que el pueblo en armas, ha marcado el devenir de la historia que hay que conocer como elemento cultural y, en muchos casos, para que no vuelva a repetirse.
Según ha explicado un portavoz de este colectivo, “hoy se lucha con verdadero tesón por la paz. Nosotros apostamos por ella, ya que nuestros diminutos ejércitos no acaban con ninguna vida, sino todo lo contrario, la enriquecen, y nuestra mayor preocupación es ir a las fuentes de los hechos históricos para representar con exactitud y la mayor fidelidad posible, la reproducción del soldado y sus uniformes y sus medios de combate en miniatura, dejando para otros las opiniones sobre la actuación del o de los personajes representados”.
El representante de la Asociación ha señalado también que la actividad que realiza la misma aúna lo artístico, desde la pintura y escultura, lo histórico, con fidelidad a lo acontecido a través de los tiempos, y lo literario, al recoger hechos relatados por grandes escritores como el Marqués de Santillana, Miguel de Cervantes o Pedro Calderón de la Barca, por citar algunos ejemplos.
En Málaga y provincia hay unos ciento veinte aficionados de todas las especialidades y para la difusión de esta actividad la Agrupación de Ministuristas Militares “Comandante Benítez” realiza exposiciones periódicas (en las que aportan sus mejores obras), seminarios, publicaciones y participación en congresos y concursos tanto nacionales como internacionales, en los han sido reconocidas y premiadas algunas de estas pequeñas obras de arte realizadas por artistas malagueños.
La Agrupación, al carecer de medios económicos y materiales colectivos, recaba el patrocinio de Instituciones oficiales o privadas, que promuevan la Cultura con mayúsculas, para el desarrollo de estas actividades, habiéndose elegido el nombre de Comandante Benítez para la Agrupación por tratarse de un malagueño coetáneo, sin ningún tipo de connotación, más que la estrictamente derivada de su condición de militar y de heroísmo.
Comandante Benítez
Don Julio Benítez Benítez nació en el pueblo malagueño del Burgo en 1876. Salió de la Academia Militar como 2º Teniente y combatió en Cuba, donde contrajo enfermedades de origen tropical, lo que retrasó su carrera. Tras varios destinos en la Península, fue destinado a la Comandancia de Melilla en 1913.
En 1921, al iniciarse la guerra de Marruecos, cuando el llamado “Desastre de Annual”, el ya Comandante Benítez era uno de los Jefes más lúcidos de la Zona de Melilla y, con criterios muy profesionales y por conducto reglamentario, había expuesto en numerosas ocasiones los defectos de organización, tácticos y estratégicos que se daban en el Protectorado, a los que hicieron oídos sordos sus superiores, lo que lamentaron cuando se produjo el hundimiento militar de toda la zona.
Tras defender la posición avanzada de “Sidi-Dris”, fue destinado al mando de 247 hombres (casi todos malagueños) y cuatro piezas de artillería de montaña a la nueva posición de “Igueriben”, donde, en unas condiciones logísticas inexistentes, resistió el ataque de 3.000 rifeños desde el 4 al 22 de julio, muriendo heroicamente al frente de sus hombres, en un momento que fue inmortalizado por el gran pintor residente en Málaga Muñoz Degrain en su cuadro “Los de Igueriben mueren, pero no se rinden”, un lienzo conservado en el antiguo Museo de Bellas Artes, titulado así por el pintor por cuanto ese mismo fue el mensaje que Benítez envió a sus superiores cuando, por heliógrafo, lo autorizaron a rendirse.
El pueblo de Málaga, por suscripción popular, le erigió un monumento que, tras distintas localizaciones, Plaza de la Marina y principio del Paseo de los Curas, se encuentra actualmente en el Parque.
Respuestas a preguntas habituales
En principio, cuando se habla de coleccionar miniaturas militares, esta actividad se relaciona con algo infantil, ya que durante generaciones, efectivamente, los niños juegan con soldaditos de plomo, desarrollando desfiles y batallas, como es lógico con más imaginación que técnica.
Al comprobar la toxicidad de los componentes de los mismos y hacer su aparición el plástico y juguetes mecánicos de gran calidad, desapareció del ámbito infantil y surgió la figura del coleccionista a nivel popular, ya que realmente coleccionistas los hubo siempre, pero solamente reyes, príncipes y nobles tenían acceso a dicha afición por el hecho de que las figuras que se realizaban era pura artesanía y la mayoría de las veces de plata.
Además, de las piezas de juguetes antiguos inicio de colecciones, hasta terminada la segunda guerra mundial, no aparecieron en el mercado miniaturas destinadas especialmente al coleccionista adulto, de inmejorable calidad la mayoría de ellas y rigurosamente veraces en su uniformidad y armamento.
Por supuesto que ser coleccionista de “Soldaditos de Plomo” no sólo consiste en comprar unas figuras y colocarlas en una vitrina. El miniaturista procura siempre realizar él mismo sus obras, o realizar transformaciones, de manera que en esta afición se aúnan la expresión de varias artes, la pintura y la escultura principalmente, así como el estudio exhaustivo de los hechos históricos a representar, sin connotaciones belicistas, sino como elemento cultural, entendiendo la cultura con mayúsculas.
La dedicación, el tiempo empleado, la ilusión que pone todo miniaturista en sus trabajos, la proyección del hombre sobre su obra, desarrollar habilidades, aprender nuevas técnicas, hacer amigos con una misma afición son, entre otros, aspectos que hacer muy interesante la divulgación de esta actividad.
Explican los especialistas que, al empezar una colección, hay que pensarlo bien; hay que decidirse por épocas precisas y países, cuanto menos mejor, e ir completando lo que se haya elegido. Por tanto, no es aconsejable coleccionar todas las épocas y países, pues con ello sólo se consigue un batiburrillo enorme, con escaso interés histórico. Además, igualmente, en cuanto a la estructura y medidas del soldado, deben ser homogéneas.
Señalar también que, en torno a las miniaturas militares, existe un movimiento asociativo a todos los niveles desde el local al internacional, dentro del cual los coleccionistas intercambian conocimientos sobre historia militar universal, uniformes, heráldica, distintivos, banderas, etcétera, promoviéndose exposiciones colectivas, concursos, conferencias y seminarios. Concretamente, en Málaga, el colectivo está representado en la Agrupación de Miniaturistas y Maquetistas Militares “ Comandante Benítez”, que actualmente preside Joaquín Moltó y que, bajo el patrocinio de entidades y organismos oficiales, intenta cada año realizar esta magnífica exposición, por descontado sin ánimo de lucro y sólo a efectos de divulgación.
La exposición puede visitarse, hasta mañana día 30 de diciembre, de 18,00 a 21,00 horas.
