“Todo el mundo alberga en su interior un monstruo, aunque no se vea, que existe debido a una interrupción del amor en el proceso vital”, señala Sol Picó, que reconoce que con esta creación se ha arriesgado más de la cuenta al poner al mismo nivel el texto y la danza. “Están tan igualados ambos planos que obligo al espectador a escoger entre uno y otro”, subraya Picó.
Verticalidad y dramaturgia
Para contar la historia Picó ha escogido a las protagonistas de Las amargas lágrimas de Petra Von Kant de R. W. Fassbinder, del que se nutre el 20 por ciento de su obra, además de los propios textos de los intérpretes, ya que los cinco bailarines han creado sus propios monstruos, así como de algunas reflexiones del poeta y psiquiatra Metlikovez.
“Petra es en mi obra una diseñadora de monstruos y toda la historia se enmarca en una especie de circo decadente, al que Petra desciende y asciende por una barra. Es muy importante el concepto de la verticalidad y la dramaturgia, que liga esas dos historias, la de Fassbinder, que presenta un amor entre dos mujeres que acaba siendo también monstruoso, y la propia historia que yo tenía en la cabeza sobre el desamor y sus repercusiones atroces”, explica Picó.
La coreógrafa, que estrenó en Reus, también recuerda que “la obra aún es un trabajo abierto” y que en esta ocasión ella no baila porque “desde fuera también se coge oficio”.
La compañía
El espectáculo, que llega este martes y miércoles al Festival Internacional de Danza de Itálica después de haberse estrenado en el Festival Grec el pasado 18 de junio y de pasar por Barcelona, está protagonizado por las actrices Maru Valdivieso y Vanessa Segura García. Sobre el escenario, además, están los bailarines Xaro Campo, Verónica Cendoya, Virginia Gracía, Carlos Fernández y Valenti Rocamora.
Al frente de la dramaturgia está Carles Alfaro, de la escenografía Joan Manrique y del vestuario Valeria Civil.