Los dos socialistas y miembros del equipo de Gobierno municipal han exigido a Marín que aclare si era miembro “de la empresa que pretendía urbanizar el Pinar de Hierro en un 90 por ciento, hasta que lo vendió en diciembre de 1987” y han asegurado que “nunca hemos puesto en duda la legitimidad de la propiedad del Pinar de Hierro”.
Verdier abundó en que “esto es un tema puramente urbanístico” y lamentó que “Marín nos acusara de querer urbanizar el pinar”, considerando que “es justo y honesto decir que Marín fue el que quiso urbanizar”.