La Guardia Civil ha fomentado, en períodos anteriores a las fechas navideñas, su tradicional campaña de inspecciones en establecimientos de la provincia de Cádiz susceptibles de dedicarse a la venta ilegal de artefactos pirotécnicos, como bazares y kioskos, y ha retirado para su venta al público un total de 14.140 unidades de artificios pirotécnicos en 69 comercios de la Bahía de Cádiz, Costa Noroeste y la Sierra.
Según una nota de la Guardia Civil, se han interpuesto más de una treintena de actas por infracciones administrativas a varios establecimientos por venta ilícita. A día de hoy, solo diez comercios los que cuentan con autorización para vender artefactos pirotécnicos de todas las categorías, uno de ellos en San Fernando.
La campaña de inspección se ha llevado a cabo durante este mes de diciembre para erradicar o reducir los accidentes ocurridos en años anteriores y especialmente para proteger a los menores, y ha sido realizada por decenas de guardias civiles de distintas especialidades, acompañados de efectivos de las especialidades de Intervención de Armas y Explosivos.
La Guardia Civil ha advertido que, a excepción de los diez comercios autorizados en la provincia, el resto de establecimientos no pueden vender más que bengalas y resto de artificios de la clase F1, excepto los denominados truenos de impacto, aunque siempre y cuando hayan hecho la oportuna comunicación a la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil. Este permiso supone la prohibición de tener almacenados más de cinco kilos netos de este tipo de material, dado su carácter altamente inflamable.
Desde la comandancia de la Guardia Civil han recordado que «ni siquiera» se pueden vender las tradicionales «bombetas» que los padres acostumbran a comprar a sus hijos en kioscos o puestos ambulantes.