El Real Instituto y Observatorio de la Armada (ROA), con la colaboración del Buque Hidrográfico “Malaspina” de la Armada española, desplegó dos sismómetros de fondo marino (OBS, por sus siglas en inglés) en el entorno de la Isla de la Palma para el estudio de la erupción del volcán de Cumbre Vieja.
Estos dos OBS forman parte de la denominada Red FOMAR, del Real Instituto y Observatorio de la Armada y la Universidad Complutense de Madrid, y eran los únicos disponibles en España en el momento que empezó la erupción. Estos OBS (LOBSTER-600m), con estructura de titanio, son equipos autónomos dotados de sensores sísmicos de banda ancha e hidrófono, con capacidad para ser fondeados hasta en 6000 metros de profundidad y, dependiendo de la configuración, pueden permanecer en el fondo marino hasta un máximo de 19 meses.
El despliegue de los OBS se realizo el día 9 de noviembre por personal científico y técnico del ROA desde el buque hidrográfico ‘Malaspina’ de la Armada Española. Las posiciones de despliegue fueron coordinadas con el Instituto Geográfico Nacional (IGN), responsable de la alerta volcánica, y con el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC), quedando fondeados al sur de la isla de la Palma, uno a 20 millas al suroeste y otro a 15 millas al sureste, en fondos de 3700 y 2600 metros respectivamente.
Ambos OBS se han configurado para permanecer fondeados durante 4 meses, del 9 de noviembre hasta primeros de marzo, y se integrarán en el proyecto de I+D+i “GUANCHE” del Ministerio de Educación e Innovación, liderado por el ICM-CSIC, en el que el Real Instituto y Observatorio de la Armada (ROA) colabora. Este proyecto contempla el despliegue de sismómetros de fondo marino (OBS) y cables de fibra óptica para la monitorización de la actividad sísmica, estudio de la fuente sísmica y obtención de tomografía de alta resolución de la corteza y el manto superior en el archipiélago canario.
Precisamente, como consecuencia de la erupción del volcán Cumbre Vieja en La Palma, se ha decidido adelantar el despliegue de estos dos OBS de banda ancha del ROA, que inicialmente estaba planeado para el 2022 en otras zonas del archipiélago. De esta forma, el ROA y, por tanto, la Armada, junto el ICM-CSIC, contribuyen de forma activa a las labores de control, seguimiento y estudio del proceso eruptivo, al registrar los terremotos y tremor volcánico asociados a este evento natural desde posiciones en la mar.
El poder contar con estos equipos proporcionará una perspectiva más amplia de observación de las señales de estos terremotos, al alejarse de la fuente que los ocasiona situada en la isla, así como reforzará la cobertura angular que proporciona el despliegue actual de estaciones sísmicas Todo ello permitirá, entre otros fines, relocalizar los terremotos que desde este momento tengan lugar en la isla de La Palma con una mayor precisión, así como definir mejor sus mecanismos focales, y permitirá aumentar el conocimiento de la estructura de la corteza y el manto superior.