Desde que comenzó en nuestro país el Estado de Alarma provocada por el COVID-19, la Hermandad, al igual que todas las cofradías isleñas, tuvo que paralizar su vida diaria así como suspender todas las actividades previstas en el calendario anual.
A lo largo de estos meses explican desde la hermandad de la Divina Pasotora, han sido muchas las vidas que se ha cobrado esta enfermedad en nuestra Ciudad, en el Barrio y en la Hermandad, donde se ha vivido con tristeza la pérdida de personas muy queridas y allegadas.
Pero a pesar del levantamiento del estado de alarma y la vuelta a la “nueva normalidad”, desde el Gobierno de España y de nuestra Comunidad autónoma, nos piden prudencia a la hora de
realizar determinados actos que puedan concentrar aglomeraciones con el consiguiente riesgo de
contagios o repunte de la enfermedad.
«La salida procesional de nuestra Titular, entra dentro de esos casos donde guardar la
distancia o evitar aglomeraciones es imposible de garantizar, por lo que la Junta de Gobierno,
siguiendo las recomendaciones de las normativas civiles, siendo consciente de la situación que
estamos viviendo, pensando en las personas y en su salud y una vez comunicado a nuestro Director
Espiritual, ha decidido en sesión de Junta celebrada ayer, día 1 de julio, tomar la decisión de
suspender el Rosario de antorchas del día 14 y la procesión de Gloria y Alabanzas de la Divina
Pastora por las calles de San Fernando del 15 de agosto», recuerda la Hermandad.
También recuerdan desde la Divina Pastora que «sin embargo, a pesar de esta situación, vamos a poder vivir (D.m) un nuevo 15 de agosto aunque sea de manera distinta a cómo lo hacemos cada año. Celebraremos el Triduo y la Función a la Divina Pastora, en unos momentos difíciles que es cuando más unidos debemos estar y concienciarnos de la necesidad de su mediación para que esta pandemia acabe cuanto antes.