El Servicio Provincial de Recaudación adoptó, desde que se declaró el estado de alarma, una serie de medidas concebidas para ayudar a los contribuyentes de los más de 40 municipios gaditanos que encomiendan la gestión de sus tributos a Diputación. Los plazos de liquidación voluntaria de los principales impuestos se han ampliado, con carácter general, hasta el 20 o 25 de julio; no se llevó a cabo ninguna actuación onerosa durante la vigencia del estado de alarma; y las cuotas de operaciones fraccionadas no se cargaron en ese periodo excepcional.
Las soluciones procuran adaptarse a las circunstancias particulares y, considerando que la pandemia está causando un preocupante deterioro económico, se van a incorporar nuevas medidas para flexibilizar el pago de tributos. En este sentido el Servicio Provincial de Recaudación y Gestión Tributaria ampliará los plazos de fraccionamiento de la deuda, conforme a la acreditación de determinadas situaciones como la pérdida de empleo, estar incurso en un expediente de regulación temporal de empleo o reunir las condiciones para percibir el ingreso mínimo vital.
Esta ampliación del fraccionamiento también se aplicará a autónomos, así como a pequeñas y medianas empresas que hayan visto mermada su cuenta de resultados tras la paralización económica causada por la crisis sanitaria. En este sentido se podrá flexibilizar el pago de impuestos ante circunstancias como una suspensión de contratos, reducciones de jornada, así como la pérdida, cese o reducción de la actividad económica, suficientemente acreditadas.
Las personas y entidades interesadas en esta ampliación de plazos tienen que cursar su solicitud a través de la sede electrónica del Servicio Provincial de Recaudación de Diputación (https://sprygt.dipucadiz.es/) o bien contactar con la oficina de su municipio a través de los nuevos teléfonos de atención telefónica: https://sprygt.dipucadiz.es/atencion-telefonica-al-contribuyente.
El responsable del área de Servicios Económicos de Diputación, Juan Carlos Ruiz Boix, ya destacó en mayo la posibilidad de fraccionar la liquidación de la deuda hasta en 18 meses, en función del importe, o bien agrupar las principales figuras tributarias en un plan personalizado de pago.
